Viernes, 21 Noviembre 2025
Vaca Muerta asume protagonismo en el récord petrolero de Argentina

587.000 barriles por día: cómo Vaca Muerta redefine la producción petrolera argentina

Con 859.500 barriles diarios en octubre y 587.190 procedentes de Vaca Muerta, la formación no convencional confirma su papel central en el récord productivo; el avance depende ahora de infraestructura, reglas y política fiscal para sostener inversiones.
Planta petrolera y equipos en Vaca Muerta
Planta petrolera y equipos en Vaca Muerta

Vaca Muerta aporta la mayor parte del récord petrolero: 587.190 barriles diarios

Vaca Muerta, petróleo, barriles y producción explican el nuevo esquema energético: con 859500 barriles por día en octubre, Argentina alcanzó su mayor nivel desde 1998, y la formación no convencional aportó 587190 barriles, consolidando su papel central en la producción.

El salto productivo registrado en octubre refleja una transformación energética: la producción total de 859500 barriles por día supera el pico de 1998 y sitúa a Vaca Muerta como el principal motor del crecimiento, con 587190 barriles diarios que representan la mayor contribución individual de una formación no convencional en la historia reciente del país.

Factores que sostienen el crecimiento

El avance responde a varios factores combinados: expansión de infraestructura de evacuación, una ventana exportadora más dinámica y mejoras técnicas que aumentaron la productividad por pozo. Obras como el VMOS —oleoducto diseñado para evacuar shale oil hacia terminales de exportación— y las ampliaciones en el sistema de Oldelval incrementaron la capacidad de transporte, permitiendo colocar excedentes de manera sostenida.

Además, la eliminación de retenciones al petróleo convencional en algunas jurisdicciones y la reactivación de áreas maduras complementan el volumen disponible para el mercado interno, mientras el shale sostiene la tendencia de crecimiento.

Impacto en exportaciones e inversiones

Con mayor capacidad de evacuación y mejores señales comerciales, las operadoras pudieron planificar niveles de producción más altos y estables. El resultado es una etapa de mayor previsibilidad para inversiones: proyectos de expansión de plantas, mejoras en tratamiento y logística y propuestas vinculadas al gas no convencional ganan centralidad.

En el frente exportador, el desarrollo de Vaca Muerta abre oportunidades adicionales. Si se completa la infraestructura clave, Argentina podría consolidar un flujo sostenido de crudo y, en paralelo, avanzar en proyectos de licuefacción que permitan sacar al mercado internacional un volumen significativo de gas natural licuado (GNL).

Vaca Muerta frente al resto del país

La formación no convencional aporta hoy la mayor parte del volumen: de los 859500 barriles diarios del país en octubre, 587190 provienen de Vaca Muerta. Esa concentración refleja la maduración técnica de la cuenca, la adopción de perforaciones horizontales de mayor alcance y prácticas de completación más eficientes.

Fuente: El Economista sobre datos de producción, periodo: octubre 2025

Perspectivas hacia 2030 y condiciones necesarias

Las proyecciones que circulan en el sector plantean la posibilidad de superar el millón de barriles diarios hacia 2030 si se mantienen inversiones y se completan obras de transporte. Tres variables serán decisivas: reglas estables que den previsibilidad a las empresas, infraestructura suficiente para evacuar producción y una política fiscal que preserve la competitividad del shale frente a otras regiones.

El desarrollo del mercado de GNL también puede introducir un nuevo ciclo: una inserción global del gas no convencional aumentaría la demanda de crudo asociado y generaría incentivos para ampliar la perforación y la inversión en la década.

Riesgos y desafíos

Aunque el avance es notable, persisten desafíos: la necesidad de correlacionar inversión privada con políticas públicas coherentes, la mitigación de cuellos de botella logísticos y la gestión ambiental y social asociada a la expansión del shale. La atención sobre estándares operativos, manejo del agua y diálogo con comunidades será parte inevitable del mapa de riesgos que las operadoras y el Estado deberán gestionar.

En síntesis, el récord de octubre confirma que Vaca Muerta dejó de ser una promesa para transformarse en un motor estructural de la producción petrolera argentina. El reto ahora es sostener ese impulso con reglas, infraestructura y políticas que permitan convertir el crecimiento en desarrollo energético sostenible.


Fuente: El Economista