Cavallo propone eliminar el cepo y dar curso legal al dólar: qué implicaría

El economista y exministro planteó medidas radicales para el sistema cambiario; especialistas advierten riesgos y desafíos prácticos
Domingo Cavallo publicó un análisis en el que reclama la eliminación de las restricciones cambiarias —el llamado “cepo”— y propone otorgar al dólar «carácter de moneda de curso legal» en la Argentina. El texto, difundido en medios nacionales, plantea una visión monetaria que remite a su historial como ministro de Economía y a modelos de convertibilidad de la década de 1990. Sus propuestas incluyen, además, la discusión de esas medidas por ley del Congreso y la liberalización total del movimiento de capitales.
Es importante destacar que se trata de un artículo de opinión y no de una medida oficial. Las propuestas de Cavallo reabren un debate recurrente entre economistas: la búsqueda de estabilidad cambiaria frente a la necesidad de contar con herramientas de política monetaria y cambios estructurales que garanticen reservas, competitividad y seguridad jurídica para inversores.
Qué plantea exactamente el documento
- Eliminar las restricciones al movimiento de capitales y otras limitaciones cambiarias vigentes.
- Reconocer al dólar como moneda de curso legal, de modo que cualquier transacción monetaria o financiera pueda realizarse con seguridad jurídica.
- Elevar estas disposiciones a la jerarquía de ley del Congreso y discutirlas en paralelo con el presupuesto 2026.
- Basar la política en atraer crédito internacional y reabrir el acceso a los mercados de capitales.
Implicaciones prácticas y riesgos
Si bien la propuesta apunta a inducir confianza en los mercados y reducir el riesgo país, su implementación plantea desafíos complejos:
- Reservas internacionales. Para que el mercado crea en una liberalización real, el país necesita reservas suficientes que respalden la convertibilidad o la coexistencia de monedas. Sin ese colchón, la dolarización parcial o la libre circulación del dólar pueden generar presiones sobre el stock de divisas.
- Política monetaria. Dar al dólar estatus de moneda de curso legal limita la capacidad del Banco Central para actuar como prestador de última instancia y para ajustar la oferta monetaria. Eso puede ser útil para anclar expectativas inflacionarias, pero también deja la economía expuesta a choques externos y a la imposibilidad de usar el tipo de cambio como amortiguador.
- Impacto fiscal y financiero. Una apertura absoluta puede generar movimientos bruscos de capital que afecten la deuda pública y privada, además de la liquidez del sistema financiero. El traspaso de contratos, salarios y pasivos entre pesos y dólares requeriría reglas claras y transiciones cuidadosamente diseñadas.
- Equidad y costos sociales. Las medidas de liberalización suelen tener costos de ajuste que afectan al empleo, salarios y precios relativos. El diseño de los marcos de protección social y la negociación con actores económicos son esenciales para limitar impactos distributivos indeseados.
Antecedentes y lecciones
Cavallo fue ministro de Economía en los 90 y su gestión está asociada históricamente al régimen de convertibilidad que unificó peso y dólar en la relación 1:1 entre 1991 y 2001. Ese plan logró una fuerte baja de la inflación en sus primeros años, pero terminó con una crisis que incluyó desempleo, sobreendeudamiento y una fuerte devaluación en 2002. Por eso cualquier propuesta que remita a medidas de liberalización cambiaria suele despertar comparaciones y debates intensos sobre lecciones y riesgos.
Reacciones previsibles y agenda política
Las propuestas de Cavallo se inscriben en un debate público más amplio: cómo reconciliar la urgencia de estabilizar precios y atraer crédito con la necesidad de preservar herramientas macroeconómicas y proteger la actividad local. En el plano político, cualquier cambio de esta magnitud requeriría negociación en el Congreso, acuerdo con el sector financiero y la validación, al menos parcial, de actores internacionales como el FMI y potenciales acreedores.
Además, en la práctica, medidas que afecten el régimen cambiario suelen demandar un paquete amplio que incluya disciplina fiscal, políticas para acumular reservas y reglas claras para inversores. Cavallo mismo sostiene que el acceso a mercados internacionales y la reducción del riesgo país dependen de la coherencia entre política fiscal y monetaria.
Qué deben esperar los ciudadanos
Por ahora, se trata de una propuesta que vuelve a abrir la discusión sobre el esquema cambiario. No es un anuncio de política pública. Para la población, los efectos concretos dependen de cómo se diseñe una eventual medida: en particular, si se preservan mecanismos de protección para trabajadores, jubilados y sectores vulnerables frente a un cambio brusco de precios o salarios relativos.
La discusión seguramente seguirá en los próximos días y semanas en medios, ámbitos académicos y foros políticos. Lo central para cualquier reforma de esta naturaleza es que las decisiones sean acompañadas por consenso político y por instrumentos técnicos que reduzcan la posibilidad de choques inesperados sobre la vida cotidiana de las personas.
Fuente: Perfil
