Alianza entre INARIA y Taeda impulsa capacitación en inteligencia artificial

Un convenio para formar en inteligencia artificial con foco en impacto regional

La alianza entre INARIA y Taeda apuesta a la capacitación en inteligencia artificial como motor del desarrollo tecnológico y regional. El convenio marco firmado, anunciado durante el acto por los 20 años de Taeda en La Rural, contempla acciones conjuntas en educación, formación y visibilización de proyectos de IA en la Argentina.

El anuncio lo realizó Mario Montoto, presidente de la editorial Taeda, ante un auditorio colmado. El primer gesto público de la colaboración ya se concretó: Taeda se sumó a la organización del Premio a la Inteligencia Artificial Ética y Sostenible impulsado por INARIA, destinado a reconocer proyectos de IA desarrollados en el país.

Orígenes y recorrido de la colaboración

El vínculo entre ambas instituciones no nace ahora: remonta a los años 2000, cuando la unidad de vinculación tecnológica CEDyAT —en la que participó Fabián Ruocco— y la revista DEF trabajaron juntas en relevamientos tecnológicos en los aeropuertos de Ezeiza, durante la conformación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Ese antecedente profesional y personal entre Ruocco y Gustavo Gorriz, director de Taeda y de DEF, facilitó la reapertura del diálogo hacia temáticas más actuales: la inteligencia artificial.

INARIA —Instituto Argentino de Inteligencia Artificial— surge como continuidad de redes y experiencias incubadas durante la pandemia; uno de esos desarrollos fue Vintecar 4.0, una red federal formada por centros de investigación, espacios de trabajo y cámaras industriales con anclaje territorial. Según los protagonistas, esa experiencia fue clave porque trasladó la teoría a la práctica y mostró la necesidad de articular capacidades académicas, empresariales y periodísticas para afrontar la agenda tecnológica.

Qué prevén hacer: ejes del convenio

Los responsables de INARIA y Taeda identificaron tres ejes que orientarán el trabajo conjunto: capacitación, asistencia técnica y diseño de iniciativas de alto impacto.

• Capacitación: INARIA ya desarrolló, en su año y medio de existencia, cuatro diplomaturas en articulación con universidades públicas y otras ofertas aranceladas que capacitaron a cientos de personas en distintos puntos del país. El convenio con Taeda busca ampliar formatos —diplomaturas más breves y con solvencia académica— y llegar a nuevos públicos.
• Asistencia técnica: Los referentes señalan que muchas iniciativas se quedan en la etapa formativa; por eso plantean reforzar consultorías y acompañamiento territorial para que proyectos de IA puedan implementarse en gobiernos locales, hospitales, municipios y pequeñas y medianas empresas.
• Proyectos de alto impacto: Apuntan a áreas donde la tecnología avanza más rápido que las instituciones: diagnóstico por imágenes en salud, herramientas de seguridad digital, fintechs y blockchain, entre otras. La idea es recuperar modelos eficientes de vinculación público-privada para abordar esos desafíos.

Preocupaciones compartidas: velocidad del cambio y brecha cognitiva

En la charla los dirigentes enfatizaron los riesgos y desafíos de la revolución tecnológica. Gustavo Gorriz puso el acento en la confusión que existe sobre qué es IA y qué no lo es; para él, esa imprecisión complica el debate público. Ruocco y Olano Melo advirtieron sobre la magnitud inédita del cambio: “el conocimiento se duplica cada once meses”, señaló Gorriz, y esa velocidad dificulta las prospecciones y la planificación a mediano plazo.

Un concepto recurrente en la conversación fue la brecha cognitiva: si antes se hablaba de brecha digital, hoy la diferencia principal pasa por entender qué hace la inteligencia artificial. Por eso, las formaciones de INARIA buscan partir de tecnologías concretas pero apuntar, finalmente, a la comprensión humana y organizacional de sus efectos.

Proyecciones y próximos pasos

Entre los proyectos a futuro figuran la posibilidad de lanzar un programa ejecutivo para líderes —orientado a altos mandos del sector público y privado, autoridades de gobierno y CEO— con lanzamiento tentativo para 2026. Ese programa tendría un foco estratégico más que técnico: comprender impacto organizacional, político y social de la IA. En paralelo se proyecta una diplomatura para mandos medios de municipios, provincias y organizaciones privadas, clave para traducir estrategia en ejecución local.

Además, las autoridades anunciaron que están revisando los criterios y la continuidad del Premio a la Inteligencia Artificial Ética y Sostenible, dado que los proyectos evolucionan rápidamente y requieren nuevos marcos de evaluación.

Marco normativo y rol público

Ruocco recordó que la asociación civil está respaldada por la Ley 23877 de Vinculación Tecnológica, normativa que promueve la interacción entre universidades, centros tecnológicos y empresas para impulsar innovación. Ese respaldo legal ofrece un marco para articular recursos, proyectos y difusión, y consolida a INARIA como actor que busca reunir formación, investigación y vínculo productivo.

Qué significa para el ecosistema argentino

La alianza combina el recorrido editorial y de difusión de Taeda con la trayectoria académica y técnica de INARIA. Para los promotores, esa sinergia puede potenciar la difusión de prácticas responsables y éticas de IA, promover capacidades técnicas en distintos puntos del país y facilitar la implementación de soluciones concretas que tengan impacto social y productivo.

Si bien el convenio es marco y muchas de las actividades deberán definirse en los próximos meses, los interlocutores coinciden en que la apuesta principal es bajar el temor, elevar la formación y ofrecer asistencia para que la inteligencia artificial no quede como un tema de laboratorio sino que llegue a resolver problemas reales en salud, producción y gestión pública.

Fuente: Infobae / DEF