Andy Chango: vida, música y la decisión de ser padre lejos de la noche

Una charla sobre la música, la paternidad y la convivencia con el pasado
Andy Chango reapareció en el radar público con la presentación remasterizada de Las aventuras del Capitán Angustia y por su paso por MasterChef; la entrevista recorre su carrera musical, el abandono de las adicciones cuando nació su hija y la convivencia cotidiana con una madre que tiene Alzheimer. En sus palabras aparecen la honestidad del artista y el sentido práctico del padre que decidió cambiar de vida para acompañar a su hija.
Trayectoria y reinvención
Chango repasó una carrera con discos, teatro, cine y televisión: de sus primeras producciones en España a trabajos recientes en series y películas. Reconoció que la música le dio satisfacciones artísticas pero que la estabilidad económica llegó por otros caminos —radio, actuación— y que la paternidad lo empujó a priorizar una vida más ordenada para poder criar.
La decisión de dejar las adicciones
El músico contó que, cuando nació su hija, tomó la decisión más importante: dejó el consumo problemático y se retiró a un lugar remoto —mencionó un viaje al Amazonas con un psiquiatra— para terminar con las dependencias y garantizar que pudiera ser un padre presente y lúcido. Admitió también que, pese al cambio, mantiene la mirada crítica y referencia sobre esa etapa de su vida.
Fama, televisión y fama inesperada
La exposición televisiva a través de MasterChef potenció su visibilidad. Chango habló de la contradicción entre la tranquilidad personal y los efectos de la pantalla: disfruta del trabajo pero advierte que la fama sin un proyecto artístico claro puede ser un problema. También celebró las relaciones que formó con otros participantes, y elogió la contención que encontró en compañeros como Maxi López.
Familia y el cuidado de su madre
La convivencia con su madre, que padece Alzheimer, es un capítulo central. Chango describió la experiencia como compleja y a la vez profundamente humana: habló de la adaptación diaria, del humor necesario para sobrellevar la enfermedad y de la paradoja de acercarse más ahora que la memoria se pierde. Contó que esa realidad lo inspira y lo llevó a convertir vivencias en canciones y proyectos escénicos.
Trabajo, disciplina y salud
El músico reconoció que hoy trabaja mucho y que el ritmo le exige cuidados: juega al tenis, cuida la alimentación y toma medicación para dormir cuando la ciudad altera sus ritmos. Dijo que la pandemia reveló hábitos que él ya practicaba —teletrabajo, cocinar en casa— y que, con la paternidad, priorizó la estabilidad por sobre la vida nocturna.
Miradas sobre la creación y el paso del tiempo
Chango afirmó que la creatividad sigue viva: celebró la vigencia de letras escritas hace décadas y contó que la producción musical fue escasa en cantidad pero intensa en contenido. Afirmó, sin romanticismos, que la felicidad le llega en momentos fugaces y que el sufrimiento y el goce suelen ir de la mano en su experiencia artística.
Conclusión
En la conversación se reveló un artista que supo transformar excesos y rupturas en herramientas de trabajo y en material creativo. Su relato sobre el cambio tras la llegada de su hija, la reconciliación con la salud y el vínculo renovado con su madre trazan el mapa de una vida en la que la música, la familia y la responsabilidad conviven sin renunciar a la ironía y al humor que lo caracterizan.
Fuentes: Infobae
