Aníbal Moreno y la banda roja: el origen catamarqueño del escudo que lo acompañó

De Catamarca a Núñez: la historia detrás de una camiseta
Aníbal Moreno creció usando la camiseta blanca con la banda roja del Club Sportivo Villa Dolores, una identidad que nació en Catamarca y que, décadas después, conecta su historia con River Plate. El vínculo no es institucional: es heredado por decisión fundacional y se mantiene como símbolo local desde 1933.
Un estatuto que lo dice todo
En el acta fundacional del Club Sportivo Villa Dolores figura una cláusula clara: la casaca oficial sería blanca con una franja roja, “similar a la del Club Atlético River Plate de la Asociación del Fútbol Argentino”. No fue una copia improvisada: fue una adopción deliberada por parte de hinchas que, al fundar la institución en 1933, eligieron esos colores y ese estilo como homenaje.
La foto que cerró el círculo
En 2016, con 15 años y en las divisiones menores de Newell’s Old Boys, Moreno publicó un collage que incluyó una imagen suya y de otros juveniles con la camiseta de Villa Dolores. En el pie escribió que nunca hay que olvidarse de dónde uno viene. A fines de 2025, esa imagen cobró otra dimensión cuando Moreno fue presentado como refuerzo de River: la misma banda roja que llevaba en Catamarca reapareció en el club de Núñez, pero ahora como parte de una trayectoria deportiva que volvió al lugar simbólico donde había nacido.
Qué es y qué no es Villa Dolores
El Club Sportivo Villa Dolores es una entidad deportiva de la provincia de Catamarca, con historia local y arraigo en la formación de jugadores. No es filial ni vínculo formal con River Plate; su parecido gráfico con el club porteño responde a la voluntad de sus fundadores. En muchas localidades del interior argentino, adoptar colores y emblemas de grandes clubes de Buenos Aires fue una práctica común: sirvió para identificar proyectos, atraer simpatizantes y orientar la identidad deportiva.
Formación y orgullo local
Los clubes del interior, como Villa Dolores, cumplen un rol formativo: ofrecen acceso al fútbol desde edades tempranas y funcionan como espacio social en comunidades pequeñas. Para un jugador como Moreno, nacido en Catamarca y con paso por las inferiores de Newell’s, esa etapa inicial fue decisiva. El Club Sportivo Villa Dolores celebra ahora en sus redes sociales que uno de sus formados llegó a uno de los grandes del país: lo hizo con una publicación titulada “Una banda roja que nos cruza el alma”, que sintetiza el sentimiento de orgullo por el surgimiento de un futbolista local.
El valor simbólico de una camiseta
Más allá del valor deportivo, las camisetas transmiten afiliaciones culturales y emocionales. En localidades pequeñas, la elección de colores no sólo remite a preferencias futboleras, sino a la memoria colectiva de quienes fundaron organizaciones y quisieron reproducir modelos que admiraban. Para jugadores y familias, usar ese escudo durante la infancia implica llevar una marca de pertenencia que permanece en la memoria, incluso cuando el recorrido profesional los lleva a clubes con mayor proyección.
Qué implica para River y para Moreno
Para River, la llegada de un jugador formado en provincias es, además de una apuesta futbolística, una confirmación del vasto mapa formador argentino. Para Moreno, el regreso simbólico de la banda roja —desde su primer potrero hasta la presentación en Núñez— tiene la carga emotiva de completar un ciclo que empezó en una institución local. El cruce entre la historia personal y la de su primer club ilustra cómo las identidades del fútbol argentino se entrelazan entre grandes y chicos.
Contexto en Catamarca
Catamarca tiene una tradición de clubes locales con fuerte arraigo barrial y regional. Instituciones como el Club Sportivo Villa Dolores funcionan como centros deportivos y sociales, y su reconocimiento crece cuando jugadores que pasaron por sus canteras llegan a la Primera División. El caso de Moreno es un ejemplo de esa dinámica: una historia que vincula lo local con lo nacional sin necesidad de un lazo institucional formal.
Fuente: Olé
