Arman un fondo ligado al juicio por YPF: ganancias dependen de si Argentina pierde

Un fondo de Anchorage concentra un préstamo respaldado en el reclamo contra Argentina
Anchorage Capital Advisors estructuró un fondo de inversión cuyo único activo es un préstamo respaldado por un reclamo legal derivado de la nacionalización de YPF en 2012. El rendimiento del vehículo depende del resultado del juicio por US$16.000 millones que ordenó el pago a los accionistas demandantes en primera instancia, por lo que los inversores obtendrán ganancias solo si la sentencia se confirma.
Cómo funciona el instrumento
Según fuentes citadas por Bloomberg y reflejadas por Clarín, el fondo contiene un préstamo emitido por Petersen, la firma que fue propietaria de acciones de YPF cuando la petrolera fue nacionalizada. Petersen fue declarado en quiebra tras la intervención estatal, y el préstamo en cuestión tenía un valor contable de 188 millones de dólares a fines del año pasado. El reclamo asociado al préstamo superaría los US$600 millones, indican los documentos citados.
El vehículo es inusual: se trata de un fondo secundario con un único activo —algo que algunos gestores usan para prolongar el control sobre un activo valioso, pagar a inversores antiguos e incorporar nuevos participantes—. Anchorage trasladó el activo desde otro fondo (Anchorage Illiquid Opportunities Fund V de 2015) cuando ese fondo expiró, buscando captar la posible revalorización ligada al fallo judicial.
Antecedentes del juicio
El reclamo tiene raíz en la nacionalización de YPF en 2012, cuando el Estado argentino tomó el 51% de la petrolera, acusando al accionista mayoritario Repsol de no reinvertir en producción. Los accionistas minoritarios, entre ellos Petersen Energía Inversora y Petersen Energía (vinculadas originalmente a la familia Eskenazi) y el fondo Eton Park, demandaron a Argentina por pérdidas vinculadas a la expropiación y por el incumplimiento del estatuto que, según alegaron, debía obligar a una oferta por la totalidad de las acciones.
En 2023 la jueza Loretta Preska falló a favor de los demandantes y fijó una indemnización cercana a US$16.000 millones; con intereses, la cifra ascendió a alrededor de US$18.000 millones. Burford Capital, que financió la demanda, estimó entonces que Petersen podía recibir US$14.300 millones del monto y Eton Park US$1.700 millones.
Riesgos procesales y próximos pasos
Argentina apeló la sentencia y la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito mostró escepticismo en algunos puntos durante las audiencias orales: dos de los tres jueces cuestionaron si el caso debió tramitarse en el Tribunal de Distrito y no en el foro elegido inicialmente. No hay una decisión definitiva; se espera un pronunciamiento de la Corte de Apelaciones en varios meses y la parte perdedora probablemente apelará ante la Corte Suprema de Estados Unidos.
Por eso, aunque el fondo de Anchorage apuesta a la confirmación del fallo, el resultado no está asegurado: si la apelación revierte el fallo o limita el resarcimiento, el valor del activo caerá y, por ende, el rendimiento para los inversores del fondo.
Por qué el caso atrae atención financiera
El reclamo y la sentencia son uno de los juicios internacionales más cuantiosos relacionados con la intervención de un Estado en una empresa estratégica. Además, la resolución judicial y la reacción de los mercados están siendo seguidas en un contexto de mayor acercamiento entre la administración de Estados Unidos y el gobierno argentino liderado por Javier Milei, lo que ha mejorado la percepción del país ante algunos inversores. Al mismo tiempo, la estructura del fondo muestra cómo gestores de crédito buscan vehículos especiales para aislar y monetizar activos litigiosos.
Fuentes: Clarín (vía Bloomberg)
