Arsénico en el agua: informe del ITBA alerta a la Provincia de Buenos Aires

Resumen del informe y alcance provincial
Un estudio del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) que recopiló más de 350 muestras indica que el 70% del territorio de la Provincia de Buenos Aires presenta aguas con presencia de arsénico por encima de niveles de referencia. El informe advierte que la ingesta sostenida de agua con arsénico aumenta el riesgo de patologías respiratorias y ciertos tipos de cáncer.
Qué midió el Mapa de Arsénico y cómo se interpretan las cifras
El Mapa de Arsénico del ITBA se construyó a partir de más de 350 muestras de agua subterránea y de red en distintas regiones del país. Para el caso bonaerense, el estudio sitúa a buena parte del corredor de la Ruta 5 —con localidades como 9 de Julio, Bragado, Casares y Trenque Lauquen— entre las zonas más afectadas. Los cuadros de concentración se expresan en microgramos por litro; la Organización Mundial de la Salud plantea 10 μg/l como valor de referencia provisional.
Según el trabajo, la presencia de arsénico en aguas subterráneas tiene en general un origen geológico: se libera desde formaciones hidrogeológicas antiguas vinculadas a procesos como los relacionados con la formación de la Cordillera de los Andes. No obstante, la disponibilidad del elemento en los acuíferos y su mobilización dependen de factores locales como el pH, la salinidad y la dinámica del acuífero.
Riesgos para la salud y términos clave
La exposición crónica al arsénico por ingestión de agua puede conducir al llamado Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE). El ITBA cita efectos asociados como aumento de riesgo de cáncer de pulmón y de laringe, tos crónica y fibrosis pulmonar. La OMS incluye al arsénico entre las 10 sustancias químicas de mayor preocupación para la salud pública y estima que alrededor de 140 millones de personas en al menos 70 países han consumido agua con niveles superiores a 10 μg/l.
Las principales vías de exposición son: el agua de bebida, cultivos regados con agua contaminada y alimentos preparados con esa agua. Por eso, la presencia del elemento en redes de distribución o en perforaciones rurales tiene impacto directo sobre la seguridad alimentaria y la salud comunitaria.
Situación en áreas urbanas: el caso de La Plata
El informe del ITBA también aporta muestreos en zonas urbanas. En el distrito de La Plata, se registraron valores en la franja que el estudio califica como “amarilla de precaución” (concentraciones entre 10 y 50 μg/l). En el detalle se mencionan mediciones puntuales con “luces amarillas” en sectores como City Bell, Gonnet y algunas cuadras del casco urbano platense, mientras que otras direcciones presentaron valores en rango considerado de menor riesgo.
Esto obliga a las autoridades sanitarias locales y a las empresas prestadoras a sostener controles más frecuentes, a informar de forma transparente a la población y a promover medidas de mitigación —por ejemplo, sistemas de tratamiento domiciliario o comunitario en casos puntuales, y la identificación de fuentes alternativas de agua potable—.
Qué opciones y medidas están disponibles
- Controles sistemáticos: ampliar los muestreos y publicar resultados por localidad y fuente de abastecimiento.
- Tratamientos: existen tecnologías de remoción de arsénico (ósmosis inversa, adsorción con filtros específicos, coagulación/floculación) aplicables a escala domiciliaria, comunitaria o en plantas de tratamiento.
- Alternativas temporarias: uso de fuentes superficiales seguras, agua envasada o provisión estatal de agua tratada donde se detecten valores elevados.
- Monitoreo agroalimentario: evaluar cultivos regados con aguas afectadas y asesorar a productores sobre prácticas de riego y seguridad alimentaria.
Responsables y actores a contactar
La detección y mitigación del riesgo por arsénico involucra a distintas instancias: los laboratorios y centros académicos que realizan los muestreos (en este caso el ITBA), los organismos sanitarios provinciales y municipales, y las empresas prestadoras del servicio de agua. En la Provincia de Buenos Aires, la Autoridad del Agua y el Ministerio de Salud provincial deben coordinar políticas de control y comunicación con los municipios afectados.
Contexto regional y antecedentes
En Argentina, la presencia natural de arsénico en acuíferos es conocida desde hace décadas y afecta a distintas provincias además de Buenos Aires: zonas del sur de Córdoba y Santa Fe, La Pampa, Mendoza y provincias del norte como Tucumán y Santiago del Estero fueron mencionadas por el informe. La distribución geográfica y la gravedad del problema varían según la geología y el uso del agua en cada región.
Qué puede hacer la población
Si vive en una zona con dudas sobre la calidad del agua, es aconsejable: solicitar el último informe de calidad al municipio o a la prestadora, evitar consumo directo de agua de perforaciones sin análisis, considerar tratamientos domésticos certificados en caso de necesidad y seguir las recomendaciones sanitarias locales. Las autoridades deben informar con claridad los resultados y medidas a implementar.
Fuentes: El Día / ITBA
