Arsénico en el agua: qué distritos bonaerenses están en alerta según el ITBA

Arsénico en el agua en Buenos Aires: alcance y riesgos
Un relevamiento actualizado del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) detectó un aumento en la presencia de arsénico en muestras de agua de consumo en varios distritos de la provincia de Buenos Aires. El informe señala que decenas de miles de personas pueden estar expuestas a agua con concentraciones por encima de los límites recomendados.
Cómo se realizó el relevamiento
El trabajo del ITBA se basó en el análisis de muestras de agua de red y de pozos extraídas en distintos municipios de la provincia, comparando los resultados con los estándares de calidad del agua. El mapa provincial clasifica distritos en niveles de alerta —rojo y amarillo— según la frecuencia y magnitud de las detecciones.
Qué se sabe y qué falta
La nota original no incluye un listado exhaustivo con los nombres y cifras de cada municipio en alerta dentro de la provincia. Para conocer el detalle por distrito y las cifras exactas es necesario consultar el informe completo del ITBA o la nota de referencia.
Riesgos para la salud
La exposición prolongada al arsénico en el agua de consumo se asocia con problemas de salud crónicos, entre ellos enfermedades de la piel, riesgo incrementado de ciertos tipos de cáncer y efectos sobre el desarrollo en niños. Por eso, la detección de arsénico en fuentes de consumo plantea un desafío de salud pública y de gestión del agua potable.
Qué pueden hacer los municipios y las familias
- Los municipios deben informar con transparencia los resultados de las mediciones y habilitar planes de mitigación, como tratamientos de la red, provisión de agua segura o soluciones temporarias.
- Las familias afectadas pueden consultar a las autoridades sanitarias locales sobre alternativas seguras, como agua envasada certificada o dispositivos de tratamiento que estén certificados para remover arsénico.
Contexto nacional
El problema del arsénico en agua subterránea y superficial es antiguo en varias regiones de Argentina. Se trata de un desafío técnico y financiero: la remoción de arsénico requiere tecnologías específicas y políticas de inversión pública para garantizar agua segura a toda la población.
Fuentes: Infobae
