Viernes, 26 Diciembre 2025
Dolor de pecho: tiempo crítico para la atención

Así se siente un infarto: el dolor que nunca hay que subestimar y el ejemplo de Joaquín Levinton

El caso del cantante Joaquín Levinton —atendido a tiempo y con stent— ejemplifica por qué el dolor de pecho no debe subestimarse: los registros argentinos muestran demoras de horas en la consulta que aumentan la mortalidad y las secuelas.
Persona sujetándose el pecho en un hospital
Persona sujetándose el pecho en un hospital

Actuar rápido ante dolor de pecho reduce riesgo: el caso de Joaquín Levinton

El infarto y el dolor de pecho requieren atención inmediata: el cantante Joaquín Levinton contó que, tras experimentar una fuerte molestia en el pecho, recibió asistencia rápida del SAME y fue intervenido con colocación de un stent; su caso ilustra por qué el tiempo desde el inicio de los síntomas hasta la consulta puede marcar la diferencia entre vida o muerte y entre recuperación plena o secuelas.

Qué le pasó a Levinton

En un video que compartió en sus redes, Joaquín Levinton narró que empezó con un dolor en el pecho y sensación de falta de aire mientras estaba en un restaurante: contó que un mozo llamó a la emergencia y el SAME lo trasladó al Hospital Fernández. Allí le confirmaron un infarto porque una arteria estaba obstruida y, como medida urgente, le colocaron un stent. Levinton informó que evolucionó bien y que en pocas semanas espera volver a los escenarios.

Qué es un stent y por qué se usa

El stent es un dispositivo tubular metálico de malla que se introduce y expande dentro de una arteria coronaria que está estrechada u obstruida. Su función es mantener abierto el vaso para restablecer el flujo sanguíneo hacia el músculo cardíaco y reducir el daño. La colocación urgente de un stent tras un infarto puede limitar el área de corazón afectada y mejorar las posibilidades de recuperación.

Los retrasos en Argentina y el riesgo

Varios registros argentinos muestran demoras importantes en la consulta tras la aparición de síntomas. Un estudio en la provincia de Córdoba con más de 13.300 pacientes indicó que, en promedio, la mayoría demoran más de tres horas antes de buscar ayuda. El registro ARGEN-IAM, con datos de más de 7.000 pacientes, halló que el 40% consultó después de las tres horas y que uno de cada cuatro llegó después de seis horas. Otro registro, RENASCA-AR, reportó una demora promedio de 45 horas entre el inicio del dolor y la consulta en algunos hospitales; en ese mismo estudio el 25% consultó luego de 13 horas y el 10% superó las 39 horas.

La evidencia clínica es contundente: los pacientes que consultan en la primera hora de inicio del dolor tienen una mortalidad cercana al 1%, mientras que quienes consultan después de las 12 horas presentan una mortalidad cercana al 10%. Es decir, la probabilidad de morir por un infarto es hasta diez veces mayor cuando la consulta se demora muchas horas.

Cómo puede sentirse un infarto

El dolor cardíaco no siempre es dramático ni sigue el estereotipo del "infarto de Hollywood". Puede presentarse como una presión o sensación de peso en el centro del pecho, quemazón, o una molestia difusa que puede irradiarse a uno o ambos brazos, al cuello, la mandíbula o la espalda. Con frecuencia se asocia a sudor frío, náuseas, dificultad respiratoria, palpitaciones o sensación de desmayo. En algunos pacientes el dolor se localiza más abajo, en la boca del estómago, lo que puede confundirse con un problema digestivo.

Presentaciones atípicas y la brecha de género

En mujeres y en personas mayores la presentación suele ser menos típica: puede predominar la fatiga inexplicable, falta de aire, malestar general o síntomas digestivos leves. Esa menor intensidad hace que a menudo los síntomas se minimicen, se atribuyan al estrés o a problemas no cardíacos y provoquen demoras en la atención. La campaña "Día del Dolor de Pecho", impulsada por asociaciones cardiológicas, busca justamente sensibilizar sobre estas presentaciones y fomentar la consulta inmediata.

Prevención y acciones recomendadas

Además de la urgencia ante síntomas, la prevención de infartos pasa por controlar factores de riesgo modificables: hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, tabaquismo, sobrepeso y sedentarismo. Para las mujeres hay factores adicionales a tener en cuenta, como antecedentes de complicaciones en embarazos (hipertensión o diabetes gestacional) y la edad de inicio de la menopausia, que ayudan a estratificar el riesgo.

Recomendación práctica: ante cualquier molestia torácica nueva, intensa o inusual con síntomas asociados, buscar atención médica de inmediato o llamar a los servicios de emergencia. Cada hora cuenta para reducir daño y salvar vidas.


Fuentes: Clarín - Buena Vida; registros ARGEN-IAM, RENASCA-AR (citados en la nota).