Martes, 30 Diciembre 2025
Informe 2025: extremos climáticos y cambios irreversibles

Cambio climático 2025: récords de calor, avance del mar y pérdida histórica de hielo

Temperaturas extremas, incendios, crecida del mar y pérdida de hielo marcaron 2025. Los registros de Copernicus, la OMM y la NASA muestran señales claras del avance del cambio climático y sus consecuencias para población, infraestructura y ecosistemas.
Hielo polar derritiéndose y ola de calor
Hielo polar derritiéndose y ola de calor

Un año de extremos: olas de calor, subida del nivel del mar y retroceso del hielo polar

El informe sobre el cambio climático en 2025 deja en claro que el calentamiento global se tradujo en olas de calor persistentes, un avance del nivel del mar y mínimos históricos en la extensión de hielo polar. Datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus y de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) muestran que la temperatura media entre enero y agosto de 2025 estuvo 1,42 °C por encima del promedio preindustrial; al mismo tiempo, las observaciones satelitales señalan un aumento continuo del nivel del mar y una reducción significativa del hielo tanto en el Ártico como en la Antártida.

Por qué esos números importan

La temperatura media global y la extensión de hielo polar no son sólo cifras técnicas: condicionan fenómenos que afectan directamente la vida cotidiana. Temperaturas más altas intensifican y prolongan olas de calor, aumentan la evapotranspiración y favorecen incendios forestales; además, una atmósfera más cálida puede retener más vapor de agua, lo que incrementa la probabilidad de lluvias extremas e inundaciones. El deshielo polar, por su parte, contribuye a la elevación del nivel del mar y altera corrientes oceánicas y hábitats.

Olas de calor y salud pública

Entre enero y agosto de 2025 se registraron múltiples pulsos de calor que, según registros de la OMM y Climate Central, afectaron a amplias zonas del planeta con frecuencia e intensidad crecientes. En Sudamérica, Argentina tuvo una anomalía destacada durante el verano austral, con 40 días de condiciones extremas de calor, de los cuales 14 se atribuyeron directamente al cambio climático, según reportes compilados por organismos internacionales. En Europa, España vivió el verano más cálido de su serie histórica, con olas de calor que alcanzaron más de 45 °C en localidades puntuales.

Incendios: más emisiones y una temporada extendida

La temporada de incendios de 2025 tuvo episodios de alta intensidad y extensión en varios continentes. Copernicus reportó que Europa presentó su mayor emisión anual de carbono por incendios en 23 años. En Canadá se registró un volumen de emisiones por incendios que llegó a 263 megatoneladas hasta noviembre. Australia también experimentó temporadas por encima del promedio, con millones de hectáreas afectadas en la región norte. El humo viajó largas distancias y alteró la calidad del aire de regiones lejanas, con efectos en la salud respiratoria.

Inundaciones y eventos extremos de lluvia

Durante 2025 se sucedieron inundaciones vinculadas a lluvias excepcionales en Asia, América y otras regiones. Episodios monzónicos y precipitaciones récord causaron cientos de muertes y desplazamientos masivos en países como Pakistán, China y la India. Un caso citado por agencias científicas fue el registro en Bahía Blanca, Argentina, donde el 7 de marzo cayeron 400 milímetros en ocho horas, con anegamientos y evacuaciones en distintos sectores de la ciudad. La OMM relaciona estos patrones con la mayor capacidad de la atmósfera para almacenar humedad en un clima más cálido.

Ascenso del nivel del mar: cifras y consecuencias

Los registros satelitales indican que la tasa anual de aumento del nivel del mar se ha más que duplicado desde que comenzaron las mediciones en 1993. En conjunto, las observaciones señalan un aumento de aproximadamente 10 centímetros desde 1993. Ese incremento puede parecer pequeño en términos absolutos, pero amplifica la vulnerabilidad de zonas costeras frente a marejadas, tormentas y erosión, y ya está impulsando preparativos y migraciones planificadas en países muy bajos como Tuvalu.

Retroceso del hielo polar

El hielo marino registró mínimos significativos en 2025. En la Antártida, el mínimo del 1 de marzo alcanzó una extensión de 1,98 millones de km2, cerca del segundo valor más bajo en 47 años de registros satelitales y un 30% por debajo del promedio 1981-2010, según la NASA y el NSIDC. En el Ártico, la extensión mínima en septiembre fue de 4,18 millones de km2, entre los valores más bajos desde que existe la serie. La pérdida de masa glaciar en Groenlandia y la Antártida aceleró, con implicancias para el aumento del nivel del mar a largo plazo.

Impactos humanos y económicos

Los fenómenos extremos afectan la producción de alimentos, la infraestructura, la salud pública y la seguridad alimentaria. La OMM y otras agencias advierten que entre 4 y 72 millones de personas podrían verse desplazadas por el retroceso de líneas costeras a lo largo del siglo, con Bangladesh, India y Vietnam como ejemplos de alta exposición. Además, la mayor frecuencia de olas de calor tiene efectos directos sobre la mortalidad y la productividad laboral, y los incendios afectan sectores forestales y ganaderos.

Qué dicen los organismos científicos

La ONU y la OMM coinciden en que el periodo actual es crítico y está vinculado en gran medida a actividades humanas, especialmente a la quema de combustibles fósiles que incrementa la concentración de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Copernicus, la NASA y la NOAA aportan mediciones satelitales que permiten cuantificar tendencias en temperatura, hielo y nivel del mar. Estos organismos llaman tanto a la mitigación —reducción de emisiones— como a la adaptación —preparar infraestructura, planes de gestión del riesgo y políticas sociales—.

Opciones de política y adaptación

Frente a un escenario que algunos científicos describen como de cambios ya en marcha, las políticas públicas suelen combinar medidas de mitigación (transición energética, eficiencia, reducción de emisiones) con acciones de adaptación (protecciones costeras, planificación urbana, gestión del riesgo y sistemas de alerta temprana). La experiencia de 2025 subraya la necesidad de integrar ambas estrategias y de coordinar respuestas a escala local, nacional e internacional.


Fuentes: Infobae, Copernicus, Organización Meteorológica Mundial (OMM), NASA, NSIDC.

Fuente: Infobae, Copernicus, NASA; periodo: 2025