Cancillería valoró gesto de Israel sobre disputa de soberanía en las Malvinas
El Gobierno celebró que Israel reconozca la existencia de una disputa por las islas
El Gobierno argentino valoró las declaraciones del canciller israelí, Gideon Sa’ar, en las que su país reconoció “la existencia de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido” por las Islas Malvinas. El pronunciamiento ocurre en medio de la polémica generada por proyectos de explotación petrolera en el área.
Qué dijo Israel y por qué fue relevante
Según los comunicados citados por la prensa, el ministro israelí tomó distancia del emprendimiento vinculado a la explotación petrolera en torno a las Malvinas y reconoció que existe una disputa de soberanía entre Argentina y el Reino Unido. Ese reconocimiento diplomático contrasta con declaraciones previas de otros actores que calificaron la actividad en la zona como controvertida por el reclamo argentino.
La reacción argentina
La Cancillería consideró el gesto como positivo y destacó la importancia del respeto a la disputa de soberanía. El Gobierno interpreta estas manifestaciones como un apoyo al principio de diálogo y a la consideración de la situación como un conflicto de jurisdicción que debe resolverse conforme al derecho internacional.
Contexto: las Malvinas y la explotación petrolera
Las Islas Malvinas, bajo administración del Reino Unido desde 1833, son reclamadas por Argentina desde entonces; la cuestión de soberanía ha sido un eje de la política exterior argentina a lo largo de décadas. En los últimos años surgieron tensiones por licencias de exploración y concesiones de hidrocarburos en la plataforma continental alrededor del archipiélago. Para la Argentina, la explotación en la zona sin su acuerdo constituye una vulneración del reclamo soberano y plantea desafíos jurídicos y ambientales.
Implicancias diplomáticas
Que un aliado como Israel reconozca públicamente la existencia de la disputa aporta un respaldo político a la posición argentina en foros bilaterales e internacionales. No obstante, este tipo de declaraciones no resuelven la controversia; la vía para dirimirla sigue siendo el diálogo entre las partes y los canales multilaterales previstos por el derecho internacional.
Fuentes: La Nación.