Jueves, 13 Noviembre 2025
Riesgo país en baja y debate por el régimen cambiario

Caputo apuesta al entusiasmo inversor por la baja del riesgo país y rechaza el dólar libre

Mercados e inversores celebran la baja del riesgo país y las empresas prueban emisiones; Caputo defiende las bandas cambiarias y dice que prepara un nuevo plan económico mientras resiste la presión por liberar el dólar.
Luis Caputo en la Conferencia Anual de la Fundación FIEL, frente a un pizarrón de cotizaciones
Luis Caputo en la Conferencia Anual de la Fundación FIEL, frente a un pizarrón de cotizaciones

Contexto y clima de mercado

El ministro de Economía, Luis Caputo, se apoyó en el entusiasmo por la caída del riesgo país para defender el actual esquema cambiario y relativizar la presión por abrir el dólar libre mientras anuncia que prepara un nuevo plan económico. La expectativa del equipo es aprovechar la mejora en el indicador para recuperar acceso a mercados voluntarios y mejorar condiciones de financiamiento.


Por qué importa la baja del riesgo país

La baja del riesgo país sacó al dólar del centro de la escena y colocó a la posibilidad de volver a emitir deuda en el primer plano: según fuentes del mercado, el índice volvió a niveles de enero de 2025 y hay expectativas de que para enero de 2026 el indicador pueda ubicarse entre 300 y 400 puntos básicos, cifra que operadores consideran necesaria para una reapertura sostenible de los mercados voluntarios.

Ese ánimo inversor impulsó a grandes empresas, especialmente del sector energético y financiero, a testar la demanda con emisiones de Obligaciones Negociables con tasas nominales alrededor del 7% al 8%, y a considerar nuevas colocaciones en los próximos tres meses si la tendencia se consolida.


Gira pública del equipo económico

En una semana atípica, el Palacio de Hacienda y el Banco Central multiplicaron las apariciones públicas para avalar el mensaje: Caputo participó de entrevistas y conferencias en distintos ámbitos —entre ellos la Fundación FIEL y la UIA— mientras funcionarios como el secretario de Hacienda, Carlos Gubernan, y directores del BCRA sumaron exposiciones ante empresarios y mercados.

El objetivo explícito del Gobierno fue transmitir credibilidad sobre la vigencia de las bandas cambiarias y el compromiso con el actual esquema, al tiempo que se busca obtener señales positivas que fortalezcan la llegada de oferta financiera internacional.


Voces del establishment: pedido de flotación

En el evento de FIEL, tres exministros de Economía—Domingo Cavallo, Nicolás Dujovne y Ricardo López Murphy—reclamaron por la liberación del tipo de cambio. Cavallo preguntó retóricamente quién creería en la promesa de sostener un techo de banda si no hay reservas para intervenir, y Dujovne advirtió sobre el riesgo de exponerse sin protección. López Murphy propuso además la creación de una ley que impida la reinstauración del control cambiario.

Esas posiciones suelen tener eco en ciertos sectores empresariales y financieros, pero frente al clima de mercado actual el equipo económico prioriza la estabilidad de las bandas y la recuperación ordenada de reservas como condición previa para cualquier apertura.


Opciones de fortalecimiento de reservas

Caputo insistió en que la compra de reservas se orientará más a reforzar el balance del Banco Central que a financiar el pago de deuda. Entre las vías mencionadas por el Gobierno figuran un swap con China, la utilización de instrumentos ofrecidos por Estados Unidos —incluida la posibilidad de swaps o préstamos— y la consulta del Tesoro a bancos de Wall Street sobre préstamos extra. Fuentes oficiales señalaron que aún resta avanzar en negociaciones y en señales concretas desde el exterior.


Impacto en la deuda y en la estrategia financiera

La caída del riesgo país abre una ventana para que empresas prueben devolverse al mercado local e internacional con mejor precio. Si el descenso se mantiene, las compañías esperan lograr tasas más accesibles en nuevas emisiones y ampliar las operaciones de recompra que, según rumores del mercado, podrían contar con apoyo financiero externo como parte de paquetes de ayuda o acuerdos comerciales internacionales.

En ese cuadro, la prioridad oficial es combinar señales de credibilidad macro con medidas que eviten volatilidad abrupta en el tipo de cambio, en un momento en que la alternancia política y la sensibilidad del mercado por resultados electorales siguen presentes en la valoración del riesgo.


Declaraciones y posicionamiento público

En sus intervenciones, Caputo defendió las bandas cambiarias y afirmó que la política monetaria y cambiaria buscará sostener previsibilidad. Ante la sugerencia de que el Gobierno podría permitir la libre flotación, el ministro dijo que no es viable “salir a flotar cuando la alternancia política es el comunismo”, en referencia al riesgo de volatilidad asociada a un eventual retorno de espacios del kirchnerismo.

La presencia de dirigentes empresariales de peso en las charlas y la aprobación tácita de algunos inversores muestran que el Ejecutivo busca consolidar respaldo privado mientras negocia instrumentos externos para reforzar las reservas.


Qué se espera en el corto plazo

El horizonte que mencionan analistas y actores del mercado es enero de 2026 como fecha clave para evaluar si la recuperación del riesgo país se sostiene en niveles compatibles con una reapertura de mercados voluntarios. En el interín, el Gobierno continuará con apariciones públicas y con gestiones internacionales para concretar swaps, préstamos o señales que fortalezcan la credibilidad del esquema cambiario.

Fuentes consultadas por este medio y voceros del sector privado coinciden en que el riesgo país seguirá siendo un factor decisivo: su baja continuada puede permitir financiamiento más barato para empresas y para el Estado, pero la sostenibilidad dependerá de señales macroeconómicas y de la capacidad de acumular reservas sin romper las bandas.


Fuentes: Perfil