China entra al negocio de colectivos: 150 unidades a GNC llegan 20-30% más baratas

Importaciones desde Xiamen y el impacto en la industria local
La llegada de 150 colectivos a Gas Natural Comprimido (GNC) desde China, anunciada por el grupo Metropol con una inversión de u$s 45 millones y unidades de la firma King Long traídas desde la ciudad de Xiamen, pone bajo presión a las fábricas argentinas de carrocerías y chasis. La oferta china, según fuentes del sector, puede resultar entre 20 y 30% más barata y se completa con una capacidad de producción que los industriales locales no pueden igualar en plazos ni en volumen.
Por qué preocupa a los fabricantes locales
En la Argentina existen fabricantes históricos de chasis y carrocerías vinculados a marcas como Mercedes-Benz, Scania e Iveco; sin embargo, referentes del rubro y operadores del transporte destacan que la principal ventaja de los conjuntos importados es la escala y la velocidad de fabricación. Ejecutivos que viajaron a Asia dijeron que King Long puede fabricar “70 coches por día” y que los 150 colectivos destinados a la ciudad de Buenos Aires y el conurbano se produjeron en apenas 16 días hábiles.
Costos, disponibilidad y sustitución del parque
El fenómeno tiene al menos tres aristas: precio, disponibilidad y tecnología. En términos de costo, las compras en China resultan entre 20 y 30% más económicas en el segmento urbano y la diferencia puede ser aún mayor en micros de larga distancia. A eso se le suma la rapidez de entrega: la posibilidad de renovar flotas con energías de menor impacto (GNC o eléctricas) empuja a las empresas a optar por importaciones cuando la producción local no alcanza la demanda.
La discusión entre GNC y electrificación
En el país se da un debate sobre si la transformación del transporte debe inclinarse por la electrificación o por alternativas como el GNC, aprovechando la disponibilidad del recurso. Gustavo Gaona, de la Cámara de Micros de Larga Distancia, señaló que la alternativa del GNC está “peleando fuerte”. A nivel internacional la tendencia es hacia la movilidad eléctrica —por ejemplo, Santiago de Chile tiene más de 3.500 colectivos eléctricos—, pero la decisión local está atravesada por la matriz energética, costos y regulaciones.
Incentivos y reglas que empujan la renovación
En la ciudad de Buenos Aires existen políticas de incentivos implementadas desde junio que buscan frenar el deterioro de la inversión en transporte público. Además, la legislación vigente prohíbe la inscripción de nuevos vehículos diésel a partir de 2027, lo que empuja la incorporación de vehículos a GNC o eléctricos. Fuentes del sector advierten que, si se incorporan colectivos con energías limpias, la tarifa técnica —la relación entre lo que paga el usuario y el subsidio estatal— podría subir alrededor de 30%.
Consecuencias para la industria y el empleo
La creciente participación de importaciones chinas genera efectos mixtos: por un lado permite a empresas argentinas incorporar bienes de capital a bajo costo; por otro, obliga a fabricantes de productos terminados a reconvertirse en distribuidores o a especializarse en nichos donde la producción local aún tiene ventaja. Para las carrocerías, la amenaza no es sólo de precio sino de escala: producir 150 unidades en poco tiempo exige una capacidad productiva y logística que muchas plantas locales difícilmente puedan igualar sin inversiones sustantivas.
Casos y precedentes
Un antecedente citado es la licitación del transporte en Paraná (Entre Ríos), donde una empresa vinculada a la familia Zbikoski resultó ganadora y el 20% de la flota inicial será a gas. Esa experiencia anticipa que compras similares podrían repetirse en otras jurisdicciones y en la ciudad de Buenos Aires, donde las licitaciones y la política de renovación tendrán un papel clave.
Más allá del debate comercial
El fenómeno no se limita al transporte: las importaciones chinas abarcan desde estructuras metálicas hasta bienes terminados. Empresas locales aprovechan insumos importados para reducir costos de capital; otras pierden producción y reconvierten modelos de negocio. En paralelo, el comercio electrónico y las plataformas facilitan la llegada de productos chinos de bajo costo, lo que ha reavivado el debate sobre posibles regulaciones y medidas de protección a la industria local.
Qué sigue: la implementación efectiva de las 150 unidades, las respuestas de las carrocerías locales y las decisiones de compra de las empresas de transporte marcarán si el desembarco chino altera de forma permanente la estructura del mercado o si obliga a una recomposición productiva con inversiones locales para sostener la producción en volumen y competir por calidad y servicio posventa.
Fuente: Cronista
