China fija un cupo de 511.000 toneladas para la carne argentina y aplica arancel extra del 55%

Medida de salvaguardia entrará en vigor el 1° de enero y tensiona las exportaciones
China impuso un cupo anual de 511.000 toneladas y mantendrá un arancel del 12,5% para la carne dentro del límite; todo volumen que exceda ese tope quedará gravado con un arancel adicional del 55%, una medida que encarece las exportaciones argentinas y pone al campo en alerta.
Qué decidió Pekín
El Ministerio de Comercio de China anunció medidas de salvaguardia para la carne vacuna importada que estarán vigentes hasta el 31 de diciembre de 2028. Bajo ese esquema, la Argentina recibió una cuota anual de 511.000 toneladas con el arancel vigente del 12,5%. Las importaciones que superen ese cupo quedarán sujetas a un impuesto extra del 55%.
Las autoridades chinas justificaron la medida por el fuerte aumento de las importaciones de carne vacuna en los últimos años —cercano al 65% entre 2019 y 2023— y por el crecimiento de más del 100% en la primera mitad de 2024 frente a 2019. Según el comunicado oficial, las salvaguardias buscan ofrecer un alivio transitorio a la industria ganadera local, en línea con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Cuánto exportó Argentina y cuánto margen queda
En los primeros 11 meses del año Argentina exportó 654.800 toneladas de carne vacuna en total. De ese volumen, 458.360 toneladas tuvieron como destino China. Frente al cupo anotado por Pekín (511.000 tn), la capacidad restante antes de alcanzar el límite es de 52.640 toneladas, un margen acotado que obliga a monitorear las ventas durante diciembre y el primer trimestre.
Comparación con otros proveedores
Brasil, el principal abastecedor de China, obtuvo una cuota anual mayor, de 1.000.000 toneladas. Estados Unidos recibió una asignación de 164.000 toneladas para 2026, que se ampliará gradualmente hasta 171.000 toneladas en 2028. China aclaró que las cuotas no utilizadas no podrán trasladarse a años siguientes.
Impacto para la cadena argentina
El efecto directo de la medida es un encarecimiento potencial de las cargas que excedan el cupo: el arancel adicional del 55% vuelve menos competitivas las ventas que superen las 511.000 toneladas. Dado que China es el principal destino de la carne argentina, cualquier restricción o sobrecosto en ese mercado puede reducir márgenes de exportación, obligar a redirigir volúmenes a otros mercados y presionar precios domésticos de la hacienda y de la carne.
Más allá del efecto inmediato sobre los precios, la medida altera la planificación comercial de frigoríficos y exportadores: contratos, logística y calendario de faena pueden verse afectados si se anticipa que la cuota se agotará.
Contexto de la demanda china
China alcanzó en 2024 un récord de importaciones de carne vacuna, con 2,87 millones de toneladas. No obstante, en la primera mitad de 2025 las compras externas mostraron una caída interanual del 9,5%, lo que sugiere una moderación del ritmo de crecimiento que Pekín usó como argumento para justificar las salvaguardias.
Aspectos comerciales y legales
La medida se inscribe en la figura de salvaguardia prevista por la OMC, que permite a un país aplicar restricciones temporarias cuando las importaciones causan o amenazan causar daño grave a la industria local. China sostiene que las restricciones no buscan restringir el comercio normal sino ofrecer un alivio transitorio a su ganadería.
Escenarios para la Argentina
- Si las exportaciones orientadas a China se mantienen por debajo del cupo anual, el acceso continuará gravado con el arancel vigente del 12,5%.
- Si las ventas exceden las 511.000 toneladas, el arancel marginal del 55% reduciría la competitividad de los excedentes y podría desviar volúmenes hacia otros mercados o el consumo interno.
- La imposibilidad de trasladar cuotas no utilizadas a años siguientes limita la flexibilidad comercial ante variaciones estacionales o de demanda.
Qué queda por ver
Queda por observar la evolución de la demanda china en los próximos meses y cómo reaccionarán compradores y vendedores. También será clave la definición de políticas comerciales argentinas y la búsqueda de alternativas de mercado para amortiguar el efecto —incluyendo diversificar destinos de exportación y fortalecer acuerdos comerciales.
Fuente: El Economista
