Viernes, 26 Diciembre 2025
Cine argentino en el centro de la polémica política

Cohn y Duprat: “Sabemos meter los dedos en el enchufe” sobre Homo Argentum

Mariano Cohn y Gastón Duprat defendieron en Madrid su película Homo Argentum frente a la polémica pública y el comentario del presidente Javier Milei; explicaron el origen del proyecto y por qué evitan entrar en la discusión política.
Mariano Cohn y Gastón Duprat en rueda de prensa en España
Mariano Cohn y Gastón Duprat en rueda de prensa en España

Directores argentinos responden en España a la polémica que cruzó la política

Mariano Cohn y Gastón Duprat, autores con trayectoria en el cine argentino, hablaron en Madrid sobre Homo Argentum y el debate público que generó en Argentina después de que el presidente Javier Milei se sumara a la discusión. Los cineastas rechazaron participar de la polémica política y describieron la reacción como un fenómeno cultural que superó la intención artística de la película.

Una reacción nacional que derivó en reclamo político

Homo Argentum pasó de ser una propuesta cinematográfica a convertirse en tema cotidiano en medios y en la calle: “Fueron semanas y semanas en la televisión, todos los canales a la vez; los diarios, la gente opinando en la calle”, relatan los directores. La película reunió a más de dos millones de espectadores en la Argentina y desató debates que, según Cohn y Duprat, mezclaron opinión ideológica con lectura cultural.

La intervención de Javier Milei

El presidente Javier Milei —referente político de fuerte perfil público— opinó públicamente sobre el film, afirmando que deja en evidencia “la oscura e hipócrita agenda de los progres caviar (woke)”. Los directores consideraron esa reacción como la de “un espectador más” y recordaron que no es la primera vez que sus trabajos generan respuesta política: citan, por ejemplo, la polémica alrededor de El hombre de al lado (2010).

Sobre la intención artística y la polémica

Cohn y Duprat subrayan que Homo Argentum surgió como una propuesta artística: una serie de viñetas que exploraron aspectos de la vida contemporánea argentina. “Era como si se tratara de un debate sobre el país y su filiación política cuando solo es una obra artística”, señalaron. Para ellos, buena parte del ruido provino de la sobreinterpretación política más que del contenido narrativo mismo.

Origen del proyecto y el trabajo con Ricardo Darín y Guillermo Francella

El proyecto nació de una idea de Ricardo Darín durante el rodaje de la serie El Encargado y también contó con la participación de actores de peso del cine argentino, entre ellos Guillermo Francella. Duprat explicó que escribieron cuarenta historias y eligieron dieciséis; la decisión fue pensar en personajes masculinos de determinada edad y distribuir los roles entre distintos intérpretes.

El retrato del “director de cine hipócrita” y las críticas del ambiente

Una de las viñetas muestra a un director de cine cuya actitud fue percibida por algunos colegas como una ofensa directa. Los autores no lo negaron: admitieron que la figura provocó malestar entre ciertos sectores de la industria, pero sostienen que el retrato está “estrictamente tomado de la realidad”. En su crítica al circuito cultural, Cohn y Duprat apuntaron contra prácticas que, según ellos, instrumentalizan la producción de imágenes de pobreza o relatos identitarios para su exhibición en festivales europeos de lujo.

Temas transversales: migración y memoria

Además de la crítica al mundo del cine, Homo Argentum aborda la emigración —tanto la histórica como la contemporánea. Cohn recordó que Argentina recibió olas masivas de inmigración europea: “Llegaron 35 millones de españoles y 4 millones de italianos”, dijo, evocando el papel del Hotel de Inmigrantes en Buenos Aires. Una de las historias transcurre en Italia, aunque procede de una experiencia real cercana a los realizadores en España.

Respuesta crítica y comercial

Los directores destacaron la distancia entre la recepción crítica especializada y la respuesta del público que concurrió masivamente a las salas. Mientras algunas reseñas moderaron sus juicios, el éxito en taquilla fue contundente y puso a la película en el centro del debate nacional.

Cómo definieron su propio estilo

Ambos cineastas asumieron con naturalidad su intención provocadora. “Sabemos meter los dedos en el enchufe” describen como una definición de su manera de hacer cine: buscar el punto de tensión para provocar discusión. Al mismo tiempo aclararon que prefieren no entrar en la pulseada política sobre lecturas e interpretaciones y mantener la obra en el terreno artístico.


Contexto para el lector: Mariano Cohn y Gastón Duprat trabajan juntos desde los años 90 y son responsables de títulos como El ciudadano ilustre y Competencia oficial. Javier Milei, presidente de la Nación, se pronunció públicamente sobre la película; su intervención amplificó la controversia en medios y redes.

Fuente: La Voz