Martes, 30 Diciembre 2025
Bandas del dólar ancladas al IPC y su impacto en autos

Cómo influirán en 2026 las bandas del dólar atadas a la inflación sobre el precio de los autos

Con las bandas del dólar actualizadas según el Indec, la volatilidad cambiaria debería bajar y la previsibilidad subir; sin embargo, la estructura de costos y las decisiones comerciales de cada marca seguirán definiendo los precios de los 0 km en 2026.
Concesionaria con autos 0 km en exposición
Concesionaria con autos 0 km en exposición

Las bandas ancladas al IPC buscan reducir la dispersión de ajustes, pero las decisiones comerciales seguirán marcando precios

El precio de los autos 0 km en 2026 estará condicionado por la convergencia entre las bandas del dólar y la inflación: la actualización del piso y techo de la banda se hará según el Indec, lo que debería dar mayor previsibilidad, aunque las políticas comerciales de cada marca seguirán siendo la variable decisiva para los precios finales.

Durante 2025 los valores de los vehículos nuevos subieron con reglas múltiples: aumentos basados en la inflación mensual, movimientos del dólar oficial y decisiones internas de las automotrices y concesionarios. A partir de enero, el Gobierno fijó que la banda de flotación del tipo de cambio se ajustará en base al índice de inflación oficial, por lo que el techo de la banda estará determinado por un IPC conocido con un retraso que, según el sistema, será de aproximadamente dos meses respecto del momento del ajuste.


Lo que cambia y lo que no: pasar a bandas atadas al IPC no equivale directamente a una suba automática de precios en pesos. Gustavo Salinas, presidente de Toyota Argentina, indicó que “se ajusta la banda, no el tipo de cambio”, explicando que si una compañía no tiene demanda de dólares en un momento dado, el tipo de cambio para sus operaciones internas puede mantenerse estable y los precios en pesos podrían no subir mes a mes. Esa diferenciación será clave entre las empresas que producen localmente y las que dependen más de piezas importadas.

Según la descripción del mercado, las automotrices con mayor integración local sufren menos por movimientos del dólar; en cambio, las marcas que importan más componentes o unidades tienen sus cuentas más atadas al tipo de cambio. En paralelo, las importadoras oficiales venden la mayoría de sus unidades en dólares: en el análisis de la industria se señaló que alrededor del 95% de los autos comercializados por importadoras oficiales se cotizan en dólares, lo que las hace más sensibles a variaciones cambiarias, aunque sus costos en pesos también suben con la inflación.

La tercera variable del precio es la estrategia comercial: ofertas, promociones, plazos de financiación y descuentos de concesionarios pueden marcar diferencias incluso si la banda cambiaria se mueve de forma previsible. Alfonso Prat-Gay, vicepresidente de Prestige Auto, explicó que algunas marcas optaron por desengancharse del dólar y mantener precios en pesos constantes en ciertos modelos o segmentos, priorizando volumen o estabilidad comercial.


En 2025 hubo episodios que ilustran la variedad de respuestas del sector. Tras la salida del cepo y el rediseño de las bandas cambiarias, circuló la versión de un aumento de 3,5% en una marca grande que generó reacciones políticas; finalmente los incrementos efectivos variaron por compañía. Hubo casos concretos: Stellantis aplicó subas en agosto que luego ajustó a porcentajes menores; Ford mantuvo precios sin aumentos en determinados meses; Prestige Auto sostuvo el valor de su línea Sprinter por seis meses; y Toyota mantuvo la Hilux sin cambios en noviembre. Esos ejemplos muestran que la política comercial interna puede moderar o amplificar el efecto de la macro.

Para el consumidor, la previsibilidad que traen las bandas ancladas al IPC puede facilitar decisiones de compra planificadas, pero es probable que las marcas que quieran ganar volumen ofrezcan más promociones, mejor financiación o paquetes de servicios. A su vez, la llegada de información del Indec con hasta un mes y medio de demora implica que el techo de la banda se calcule con datos rezagados, lo que reduce la volatilidad pero no la elimina por completo.

Desde una perspectiva industrial, las filiales regionales siguen sujetas a decisiones tomadas por las casas matrices, muchas con sede en Brasil u otros centros de decisión. Es frecuente que ajustes de precios en la región respondan a políticas comerciales definidas en esos centros, por lo que el comportamiento de los listados en Argentina también dependerá de directrices internacionales.

Conclusión práctica: en 2026 la variable macro será más previsible si las bandas siguen ajustadas por el IPC, pero el efecto sobre los precios dependerá de la estructura de costos (porcentaje de importación de piezas o unidades) y de la estrategia comercial de cada empresa. Los compradores deberán comparar ofertas, condiciones de financiación y plazos de entrega; quienes busquen ahorro podrían encontrar oportunidades a través de promociones o por modelos con mayor producción local.


Fuentes: Infobae.