Cromañón, 21 años después: la madre de una víctima exige el predio y justicia por su hijo

Un recuerdo que no se apaga: la voz de las familias a dos décadas y media de la tragedia
El recuerdo del incendio del boliche Cromañón y la pérdida de 194 personas todavía impacta a las familias: Nilda Gómez, madre de Mariano Benítez, rememora la vida de su hijo y reclama que se concrete la expropiación del predio para un espacio de memoria. La búsqueda de justicia y la exigencia de respuestas siguen vigentes 21 años después.
Memoria y dolor
Nilda cuenta a corazón abierto la rutina con Mariano, sus viajes, su generosidad y la relación cotidiana que la sostiene en los momentos de dolor. Para ella, la pérdida no terminó el día del incendio: desde entonces comenzó una lucha por el reconocimiento, la reparación y el acceso al predio que fue escenario de la tragedia.
Responsabilidades y juicio
La Justicia determinó responsabilidades compartidas en lo que ya fue llamado un triángulo: Estado nacional, Gobierno de la Ciudad y los privados vinculados al espectáculo. Nilda remarca esa decisión judicial y responsabiliza también a la banda Callejeros, a la productora y a los dueños del lugar por las fallas de seguridad, el exceso de público y la permisividad que permitió que se produjera la masacre.
Predio y promesas incumplidas
Una ley que preveía la expropiación del predio para destinarlo a memoria y reflexión no se concretó: el espacio sigue en manos del propietario, lo que para las familias es otra herida. Nilda y otras madres y padres reclaman que se cumpla lo acordado y que el predio deje de ser una cuestión pendiente en la agenda política y judicial.
Secuelas de largo plazo
Más allá de los 194 muertos y los 1432 heridos, la tragedia dejó secuelas físicas y psicológicas que arrastran las familias a diario. Nilda recuerda que casi 70 padres fallecieron desde entonces, muchas veces por el desgaste emocional de la lucha por justicia. El reclamo abarca además la memoria pública y las políticas que prevengan nuevas tragedias en espectáculos masivos.
La percepción pública y el recuerdo
Para quienes vivieron la pérdida, las explicaciones sobre la mecánica del siniestro —la ignición de la media sombra, el humo tóxico, las salidas bloqueadas, la falta de insumos y la sobreventa— no son un relato distante: son imagen y sensación que se repiten y que alimentan la exigencia de responsabilidades claras y mayor control sobre habilitaciones y seguridad en locales nocturnos.
Una lucha que no cesa
Nilda sintetiza la herida en una frase que vuelve sobre sí misma: Cromañón no terminó con las chispas; fue el inicio de una pelea por verdad, memoria y justicia. Entre pedidos concretos está la entrega del predio para un espacio de memoria, mayor presencia del Estado en la garantía de seguridad y la reparación para las familias.
Fuentes: Infobae
