Curling, el deporte que se abre camino en Argentina: cómo se juega, sus limitaciones y el deseo de crear una Selección

Un grupo porteño impulsa el curling en una pista de Villa Devoto
El curling llegó recientemente a la Argentina de la mano de un grupo que entrena en la pista de Fantasy Skate, en Villa Devoto. Allí practican la técnica básica de lanzamiento y el barrido sobre hielo, con la intención de consolidar una Federación Argentina de Curling y, a futuro, conformar un seleccionado que pueda competir internacionalmente.
Qué es y cómo se juega
El objetivo central del curling es desplazar una piedra de granito por la pista hasta el centro de un blanco circular llamado «la casa». El equipo está formado por cuatro jugadores: lead, second, third (o vice) y skip. Cada uno lanza dos piedras por end (parcial), y mientras la piedra se desliza dos compañeros barren el hielo con escobas para modificar la fricción y la trayectoria. Gana quien mayor puntaje obtenga tras un número determinado de ends.
Las piedras profesionales pesan alrededor de 20 kg; en las prácticas locales se usa por ahora una piedra junior de 15 kg donada por un club de Estados Unidos, lo que facilita el aprendizaje.
Origen y llegada del deporte al país
El impulso inicial vino desde el exterior: Ramiro Berardo, un profesor universitario cordobés radicado en Ohio, conoció el curling en el Columbus Curling Club y decidió introducir la actividad en la Argentina. Con el apoyo de su club y una colecta en redes consiguió equipamiento básico —piedra junior, escobas, zapatillas y un hack móvil— que permitió empezar las prácticas a fines de 2025.
La logística, el hielo y las limitaciones
La principal dificultad para desarrollar el deporte en el país es la infraestructura. El hielo específico para curling requiere temperaturas más bajas y un proceso de regado —llamado pebble— que genera pequeñas gotas congeladas sobre la superficie y permite que la piedra se desplace con la fricción adecuada. En pistas mixtas, pensadas para patinaje recreativo o hockey, ese pebble no existe y el equipo local lo realiza de forma manual, lo que limita el rendimiento y la periodicidad de las prácticas.
Además, la escasez de piedras y material técnico condiciona la cantidad de participantes: actualmente el grupo dispone de una sola piedra para entrenamiento, por eso la convocatoria queda acotada y las prácticas se organizan por turnos. Con la llegada anunciada de dos juegos de piezas (32 piedras en total) esperan ampliar las sesiones, sumar otro día de entrenamiento y formar equipos internos.
Organización y reconocimiento institucional
Los promotores del proyecto presentaron un estatuto ante la Inspección General de Justicia con el objetivo de constituirse formalmente como Federación Argentina de Curling. También iniciaron contactos con World Curling (el órgano internacional) y con el Comité Olímpico Argentino para buscar reconocimiento oficial. El trámite administrativo y el vínculo con organismos internacionales son pasos necesarios para que clubes y deportistas nacionales puedan competir en eventos oficiales y acceder a rankings.
Un camino posible hacia competencias internacionales
Hoy el grupo cuenta con aproximadamente 20 personas activas y algunas en lista de espera. Según sus integrantes, tres cumplen criterios de elegibilidad internacional y podrían representar al país si se articula un equipo de cuatro jugadores. La ruta para competir implica sumar experiencia en torneos, conseguir reconocimiento de la federación internacional y sumar puntos en competencias que permitan acceder a mundiales o plazas para Juegos Olímpicos de Invierno.
Los responsables del proyecto contemplan también la posibilidad de que jugadores entrenen en el exterior mientras en el país se consolida la estructura básica: clubes, árbitros, calendarios y pistas con hielo apto para curling.
Lo que falta y por qué importa
- Infraestructura: pistas con hielo acondicionado y procesos de pebble especializados.
- Equipamiento: más piedras, escobas, zapatillas y accesorios específicos.
- Formación: entrenadores capacitados, jueces y programas de iniciación para edades infantiles.
- Reconocimiento institucional: estatus oficial que permita participar en circuitos internacionales.
La experiencia de este grupo en Villa Devoto muestra que hay interés y voluntad. La combinación entre donaciones, gestión institucional y prácticas constantes puede transformarla en una base sostenible. Con más recursos, la actividad podría multiplicarse y permitir que la Argentina, de a poco, deje de ser espectadora en el mundo del curling.
Fuentes: Olé
