De Robe Iniesta a Encarnita Polo: las pérdidas que marcaron la cultura en 2025
Un año de despedidas en la cultura española y más allá
El 2025 quedó marcado por una serie de fallecimientos que removieron la escena cultural: músicos, actores, periodistas y figuras del espectáculo dejaron un legado que fue recordado en homenajes públicos, programas especiales y redes sociales. Entre los nombres citados con más frecuencia aparecen Robe Iniesta, Encarnita Polo, Héctor Alterio y otros referentes que movilizaron a generaciones en España y fuera de ella.
Figuras recordadas y su impacto
La lista difundida por medios durante el año recopiló trayectorias diversas: Robe Iniesta, fundador de Extremoduro, fue recordado por su papel en la evolución del rock en castellano; Jorge Martínez, líder de Ilegales, también ocupó un lugar relevante en esos repasos. Encarnita Polo fue celebrada por su carrera en la copla y el pop de los años sesenta, con canciones como "Paco, Paco, Paco" que la convirtieron en un icono generacional. En la actuación, Héctor Alterio —actor nacido en Argentina con raíces españolas y hebreas— fue homenajeado por su extensa carrera en teatro y cine.
Periodismo y memoria
La cobertura incluyó además la muerte de Luis Ángel de la Viuda, figura histórica del periodismo español, cuya trayectoria fue repasada en programas y artículos especializados. Los obituarios funcionaron como documentos colectivos: además de enumerar trabajos y premios, trazaron conexiones entre generaciones de profesionales y explicaron por qué ciertas voces fueron decisivas en la construcción de la escena mediática y cultural.
Repercusiones internacionales
Algunas de las pérdidas alcanzaron una dimensión global. El fallecimiento de personalidades como el actor estadounidense Robert Redford, o músicos de perfil internacional como Ozzy Osbourne y Brian Wilson, generó retrospectivas y homenajes fuera de España. Las plataformas de radio y streaming multiplicaron la reproducción de discos y películas, transformando el luto en espacios de reescucha y relectura crítica.
Homenajes y formas de recuerdo
Las muestras de afecto públicas incluyeron conciertos tributo, programas especiales en radio y televisión, y una intensa actividad en redes sociales donde se compartieron anécdotas, imágenes y registros sonoros. Para muchos espectadores y oyentes, estos homenajes sirvieron para reconectar con obras que formaron parte de su biografía cultural y para poner en contexto líneas de continuidad entre artistas de distintas generaciones.
La función social del obituario
Más allá del dolor por la pérdida, las listas compiladas a lo largo del año cumplieron una función social: permiten reconstruir carreras, recuperar discos, obras y películas, y reubicar a cada protagonista dentro de una historia colectiva. Ese ejercicio de memoria pública mostró además cómo la cultura opera como marco de referencia para identidades compartidas, tanto en España como en espacios de habla hispana.
Fuentes: Infobae