Día del Bromatólogo: por qué importa la seguridad alimentaria en Argentina

Un recordatorio profesional sobre la seguridad alimentaria
El Día del Bromatólogo se celebra cada 28 de diciembre para visibilizar la importancia de la bromatología en la seguridad alimentaria y la salud pública. La fecha remite a la graduación en 1976 de los primeros Licenciados en Bromatología en la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), un hecho que marcó la profesionalización del control de alimentos en el país.
Qué estudia y qué controla la bromatología
La bromatología —definida como la ciencia de los alimentos— estudia de manera integral los alimentos antes, durante y después de su elaboración. No se limita al análisis de nutrientes: incluye las características físico‑químicas, organolépticas (sabor, olor, textura) y microbiológicas de los productos destinados al consumo humano. El objetivo principal es garantizar que lo que llega a la mesa sea inocuo y mantenga su valor nutricional.
Origen profesional en Argentina
La conmemoración del 28 de diciembre se fundamenta en un hito académico: la graduación en 1976 de los primeros profesionales con el título de Licenciados en Bromatología en la UNER. Antes de esa carrera, el control de alimentos se abordaba de forma parcial desde otras disciplinas, como la química o la medicina veterinaria. La creación de la carrera respondió a la necesidad de regular procesos industriales y dotar de especialistas con formación específica.
Vínculo con el Código Alimentario Argentino y la regulación
Desde entonces, la evolución de la profesión estuvo ligada al desarrollo y la aplicación del Código Alimentario Argentino (CAA). Los bromatólogos participan en la implementación de normas sanitarias, actúan como peritos ante adulteraciones o contaminaciones y realizan análisis críticos para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).
Ámbitos de trabajo y tareas cotidianas
Los profesionales trabajan en laboratorios, plantas de procesamiento, intendencias municipales, provincias, organismos nacionales, industrias alimentarias y empresas privadas. Entre las tareas cotidianas figuran la toma de muestras, el análisis microbiológico y físico‑químico, la trazabilidad de lotes y la verificación del cumplimiento de rotulado y normas de inocuidad. Estas actividades son clave para detectar patógenos como Salmonella o Escherichia coli antes de que se produzca un brote.
Rol en la industria exportadora
En un país con fuerte perfil agroindustrial como Argentina, el bromatólogo es fundamental para que las exportaciones cumplan con estándares internacionales —por ejemplo, los requerimientos del Codex Alimentarius— y para asegurar certificaciones que permiten el acceso a mercados exigentes. El diseño de procesos de trazabilidad y control de calidad es una herramienta central para evitar rechazos en destino.
Desafíos actuales: resistencia antimicrobiana, cambio climático y nuevos alimentos
Hoy los profesionales enfrentan desafíos que exigen formación continua: la resistencia antimicrobiana en cadenas productivas, el impacto del cambio climático en la seguridad de cultivos y materias primas, así como la aparición de nuevos productos —alimentos funcionales, alternativas vegetales y productos sin TACC— que requieren validación técnica y verificación del rotulado. Los bromatólogos son quienes pueden certificar la veracidad de etiquetas nutricionales y los reclamos sanitarios.
En el control municipal y provincial
La conmemoración también busca destacar la labor de inspectores y analistas que realizan controles de rutina en comercios y fábricas locales. A nivel municipal, estos equipos ejecutan campañas de toma de muestra, control de condiciones de manipulación y fiscalización de rotulado. Su trabajo reduce la carga de patologías prevenibles en el sistema de salud.
Formación y perfiles profesionales
El título de Licenciado en Bromatología se ofrece en algunas universidades nacionales y forma profesionales con competencias en química de alimentos, microbiología, tecnología de alimentos y legislación sanitaria. Los egresados pueden desempeñarse como analistas, jefes de control de calidad, consultores en inocuidad, auditores y peritos forenses en causas sanitarias.
Por qué celebrar la efeméride
El Día del Bromatólogo funciona como un recordatorio técnico y profesional: promueve la formación continua, respalda la fiscalización sanitaria y reivindica el papel de la disciplina en la salud pública y en la cadena alimentaria. En contextos de mayor circulación de alimentos industrializados y de exportaciones, su rol es estratégico para proteger a consumidores y sostener la reputación de los productos argentinos en el exterior.
Fuentes: Perfil
