Dólar en Uruguay: cierre del 25 de diciembre y contexto económico

Comportamiento de la divisa y panorama macroeconómico
El dólar estadounidense cerró el 25 de diciembre a 39,18 pesos uruguayos en promedio, según el informe citado, lo que representa una variación al alza respecto a la jornada anterior (38,53). En la última semana la moneda estadounidense acumula un incremento cercano al 1,24%, mientras que, en términos interanuales, presenta una baja cercana al 6,84%.
Qué indican los números
La suba registrada en la jornada marcó el fin de una racha de tres sesiones negativas previas. Los analistas que siguen el mercado cambiario destacan que la volatilidad observada fue superior a la acumulada en el último año, lo que sugiere mayor sensibilidad ante noticias locales y externas en el corto plazo.
Estos movimientos de corto plazo deben leerse en el marco de una economía uruguaya que, según especialistas y reportes citados, vivió en 2024 un proceso de recuperación tras un año crítico; factores como estabilidad macroeconómica relativa, incentivos fiscales y desarrollo de infraestructura han sido mencionados como motores de ese repunte.
Sectores que impulsan la actividad
Un análisis del sector logístico indica que el mercado está concentrado en un reducido grupo de desarrolladores, con alta ocupación en los principales parques industriales de Montevideo y Canelones. Ese dinamismo inmobiliario y la demanda por servicios logísticos explican parte de la compresión cambiaria y de capitales que influye en la cotización del dólar.
Breve repaso histórico del peso uruguayo
El peso uruguayo es la moneda oficial desde 1993. Su introducción y la restructuración monetaria que acompañó la salida de los viejos pesos obedecieron al esfuerzo por estabilizar una economía que en la década de 1990 y principios de los 2000 transitó episodios de alta inflación y una crisis financiera en 2002. Tras la maxi-devaluación de ese año, Uruguay adoptó un régimen de flotación independiente que prevalece en la actualidad.
La moneda uruguaya ha experimentado etapas de apreciación y depreciación vinculadas a la coyuntura regional, precios de commodities y flujos de capital. En los últimos años, su estabilidad relativa la posicionó como una moneda competitiva para inversiones transfronterizas dentro de la región.
Retos y perspectivas para 2025
Para 2025, los desafíos de Uruguay incluyen mejorar la competitividad de largo plazo, potenciar la inclusión laboral de las mujeres y avanzar en reformas educativas que impulsen productividad. El manejo de los precios relativos y la política monetaria del Banco Central serán claves para contener la volatilidad cambiaria y mantener la confianza de inversores.
Fuentes: Infobae / Dow Jones
