Domingo, 16 Noviembre 2025
Impacto político y económico del entendimiento bilateral

El acuerdo Milei‑Trump y el mayor involucramiento de EE UU en la política argentina

El acuerdo comercial anunciado entre Argentina y EE UU, respaldado públicamente por Donald Trump, refuerza el alineamiento de Javier Milei con Washington; especialistas y grupos empresarios piden conocer la letra chica para medir sus efectos sobre la producción y el empleo.
Encuentro diplomático entre delegaciones argentinas y estadounidenses
Encuentro diplomático entre delegaciones argentinas y estadounidenses

Un entendimiento que cambia la relación bilateral y genera debate

El Acuerdo sobre Comercio Recíproco e Inversiones entre Argentina y Estados Unidos, impulsado por la administración de Javier Milei con el respaldo explícito de Donald Trump, reconfigura la relación bilateral y abrió una discusión pública sobre el alcance del involucramiento estadounidense en la política interna argentina.


El gobierno definió el pacto como un "histórico entendimiento" que apunta a reducir aranceles y ampliar mercados para productos argentinos. Analistas y opositores, en cambio, advierten sobre la rápida profundización del alineamiento con la Casa Blanca y cuestionan hasta qué punto esa cercanía condiciona decisiones económicas y diplomáticas.

Presencia estadounidense y antecedentes

Especialistas citados en la cobertura destacan una presencia estadounidense inusual durante la etapa preelectoral: visitas, contactos políticos y señales diplomáticas que, según el exembajador Jorge Argüello, no tienen precedentes recientes. El análisis señala que la administración norteamericana desplegó un nivel de involucramiento en lo político, económico, financiero y diplomático superior al habitual en procesos electorales argentinos.

Para algunos observadores, el respaldo público de Trump aportó aire político en el tramo final de la campaña, mientras que otros recuerdan la experiencia de la década del 90 y el recelo histórico hacia acuerdos de libre comercio en Argentina. En ese marco, la letra chica del pacto—todavía no publicada en su totalidad—es la que determinará su verdadero impacto en sectores productivos, empleo y regulación comercial.

Lecturas y riesgos

El analista Carlos Fara sintetizó la postura crítica: "El gobierno de Milei está atando toda su suerte al gobierno de Trump y el gobierno de Trump está haciendo una apuesta". Ese vínculo político y económico, subrayan especialistas, tiene beneficios potenciales —acceso a mercados, inversiones— pero también riesgos por la asimetría de poder y la dependencia de decisiones ajenas al interés doméstico.

Informes de imagen pública citados en la cobertura muestran variaciones en la opinión sobre Trump en Argentina: algunos relevamientos registraron mejoras en la percepción positiva en los meses previos, aunque con un aumento paralelo de la imagen negativa. Es decir, el respaldo norteamericano aportó beneficios políticos en un sector del electorado, pero también polarizó la opinión pública.

Un paquete regional

La Cámara de Exportadores advirtió que el acuerdo con Argentina fue presentado por Estados Unidos junto a otros pactos con países de la región —como El Salvador, Ecuador y Guatemala— lo que sugiere que la iniciativa forma parte de una estrategia hemisférica más amplia. Esa mirada relativiza la excepcionalidad del acuerdo argentino y pone el foco en qué beneficios concretos recibirán las economías locales frente a un paquete regional orientado por Washington.

Qué falta aclarar

Aún resta conocer detalles clave: los calendarios de reducción arancelaria, las cláusulas de protección industrial, las salvaguardias para sectores sensibles (agroindustrial, textil, manufacturas) y los mecanismos de solución de controversias. Sin esa información, el impacto real sobre empleo, producción y pymes será difícil de medir. Además, los acuerdos comerciales suelen tener efectos distributivos: ganadores y perdedores según la estructura productiva de cada provincia y rubro.

Contexto político

Las 14 visitas presidenciales de Milei a Estados Unidos, que la cobertura menciona como testigo del alineamiento, se leen hoy como una apuesta estratégica a una relación privilegiada con la administración estadounidense. No obstante, queda el interrogante sobre la sostenibilidad política de ese vínculo: tanto Milei como Trump han demostrado en el pasado la capacidad de alterar alianzas con rapidez, lo que introduce un elemento de incertidumbre en la relación bilateral a mediano plazo.


Lecturas cruzadas, expectativa por inversiones y la espera de la letra chica del acuerdo marcan el escenario. El debate continuará mientras se publiquen los textos definitivos y se evalúe su impacto en la economía real.

Fuentes: eLDIA - nota original (reproducción de El Economista)