¿El fin del canuto? Zona liberada para los dólares del colchón

Ley de Inocencia Fiscal y el bolsillo: qué cambia para los dólares del colchón
La reciente sanción de la Ley de Inocencia Fiscal abre una puerta para quienes conservan ahorros en dólares fuera del sistema bancario: elimina la obligación de declarar la evolución patrimonial en el Régimen Simplificado de Ganancias y modifica el régimen penal tributario, lo que genera una "zona liberada" para incrementos patrimoniales año a año dentro de topes elevados.
La historia del "canuto" —el billete escondido en el colchón, el taparrollo o la caja enterrada— no es nueva en la Argentina: desde mediados del siglo XX muchos ahorristas optaron por apartar dólares fuera del circuito formal ante restricciones cambiarias y controles. La norma aprobada esta vez introduce cambios en la acción penal tributaria y en la prescripción que reducen el riesgo penal para quien declare o justifique incrementos patrimoniales compatibles con el nuevo régimen.
Qué señala la ley y qué implica en la práctica
De acuerdo con las disposiciones consignadas al sancionarse la norma, la modificación se orienta a atenuar la penalidad tributaria por ciertas omisiones y a dar mayores certezas sobre prescripción y extinción de la acción penal. En términos concretos para el ahorrista con dólares fuera del sistema, la novedad más relevante es la eliminación de la obligación de informar la evolución patrimonial en el Régimen Simplificado de Ganancias: si aparece un incremento patrimonial entre un año y otro, y ese incremento se ubica dentro de los topes que fija la reglamentación, se aplica una suerte de "zona liberada" que atenúa la exposición penal y tributaria.
Reacción del oficialismo y mensajes sobre bancos
En redes sociales el ministro Luis Caputo compartió publicaciones que interpretan la norma como un alivio para pequeños ahorristas: celebró mensajes que reclamaban menos trabas de cumplimiento (compliance) por parte de bancos y recomendó que, siles piden requisitos adicionales, no pierdan tiempo y recurran al Banco Nación, cuya conducción instruirá a cumplir estrictamente la ley, según sus palabras. Caputo planteó que los dólares pueden depositarse y disponerse inmediatamente para consumo o para ahorrar a una tasa, como ocurre en otros mercados.
¿Traerán los dólares del colchón a los bancos?
El escenario sugiere que, con la reglamentación y el correr de las semanas, podrían aumentar los depósitos en dólares del público. Hoy los depósitos en moneda extranjera del sector privado se sitúan en niveles máximos: el volumen reportado es de aproximadamente u$s 36.500 millones colocados a tasa cero. Esa cifra marca que, aunque exista mayor cautela por parte de la población, ya hay una masa significativa de colocaciones en el sistema.
Limitaciones y riesgos que quedan
La norma reduce ciertos riesgos legales para el ahorrista que trae sus billetes al sistema, pero no elimina otros factores que condicionan decisiones: los bancos mantienen controles de lavado de activos y obligaciones de reporte; además, la economía informal —la que genera dólares "blue"— sigue siendo fuente de oferta de moneda extranjera fuera del circuito formal. Declarar o depositar no cambia, por sí solo, el origen de fondos en caso de que provengan de actividades en negro.
Tener dólares en el colchón tampoco está exento de riesgos físicos y legales: desde pérdida o robo hasta la falta de rendimientos. Por esa razón, para buena parte del público puede ser más lógico depositarlos en una entidad financiera y, luego, decidir si se consumen, se invierten o se mantienen como reserva.
Implicancias para la política económica
Para el Gobierno, la movida apunta a recuperar activos fuera del circuito formal e incrementar la profundidad del mercado de ahorros en dólares. Para el público, la combinación de un marco legal más benigno y señales desde funcionarios puede ser incentivo suficiente para llevar parte del ahorro a los bancos. Sin embargo, la confianza en el sistema financiero y la percepción sobre controles seguirán condicionando la velocidad de ese proceso.
En las próximas semanas será clave la reglamentación fina: los criterios sobre topes, las exigencias documentales en los bancos y la coordinación entre AFIP, Banco Central y entidades financieras definirán si la "zona liberada" se transforma en un flujo sostenido de depósitos o si sólo produce movimientos marginales.
Fuente: El Cronista
