El hincha que no se mueve en la Copa Africana: homenaje a Patrice Lumumba

Un ritual inmóvil que recuerda a Patrice Lumumba
Durante los 90 minutos de los partidos de la República Democrática del Congo en la Copa Africana de Naciones, Michel Kuka Mboladinga permanece rígido como una estatua. Su actitud es un homenaje vivo a Patrice Lumumba, el líder anticolonial asesinado en 1961, y se hizo viral entre medios y aficionados en Marruecos. El gesto combina presencia estética y memoria política: Michel —conocido entre la hinchada como "Lumumba"— busca sostener la historia de su país frente a las cámaras y los miles de espectadores.
De la cancha a la historia
El equipo dirigido por el francés Sébastien Desabre ya aseguró su pase a octavos de final en Marruecos y mantiene el sueño de clasificar al Mundial 2026 por el repechaje internacional que se jugará en marzo. En ese marco, la figura de Michel destaca porque su corporalidad funciona como una narración breve: mientras la tribuna salta, canta y se agita, él permanece inmóvil hasta el pitazo final; recupera la movilidad al terminar el partido y se mezcla con el público para saludar y tomarse fotos.
Una decisión con raíces profundas
Michel declaró al medio Brut que su popularidad lo sorprendió y que está “muy feliz” porque siente que su actuación ayuda a promover la imagen de su nación. Desde 2013 repite este ritual y lo define como su trabajo: "Soy un artista, soy un animador; por eso hago esto", dijo. Su look cambia fecha tras fecha, pero la idea que lo sostiene es siempre la misma: honrar a Lumumba y mantener viva una memoria dolorosa para el pueblo congoleño.
Quién fue Patrice Lumumba
Patrice Émery Lumumba fue un activista por los derechos de los congoleños y uno de los símbolos de la descolonización africana. Tras la independencia del Congo del poder belga en 1960, Lumumba fue designado primer ministro, pero su mandato duró apenas 80 días. En su discurso de asunción denunció la explotación colonial y la doble vara de la ley: “Hemos visto que nuestras tierras fueron expoliadas… Hemos visto que la ley no era jamás la misma según se tratara de un blanco o de un negro”, dijo en esa ocasión, palabras que lo convirtieron en objetivo político.
El asesinato y la profanación
En enero de 1961 Lumumba fue fusilado y su cuerpo sufrió una sucesión de exhumaciones y profanaciones con el objetivo de hacerlo desaparecer. Según los relatos públicos, sus restos fueron enterrados, trasladados y finalmente disueltos en ácido. Uno de los policías belgas que participó en el operativo, Gerard Soete, confesó en 1999 haberse quedado con un diente de oro de Lumumba, frase que la prensa reprodujo como la de un hombre que trató la muerte de un líder como un “trofeo”.
La restitución del diente y la memoria colectiva
Tras una batalla judicial de cuatro años, el diente de oro fue devuelto a la familia de Lumumba en junio de 2022 y llevado a Kinshasa en un acto público que tuvo carácter simbólico y festivo. Para muchos congoleños esa restitución fue una reparación simbólica mínima frente a décadas de saqueos, guerras y humillaciones. Hoy, la presencia imperturbable de Michel en los estadios recuerda esa secuencia histórica y convierte un gesto individual en una forma de visibilizar la historia del país.
La selección y el contexto político
La República Democrática del Congo —independizada de Bélgica en 1960 y renombrada Zaire en 1971 hasta recuperar su denominación— ha vivido décadas de conflictos y transiciones políticas. El fervor por la selección en la Copa Africana mezcla el deseo deportivo con signos de identidad nacional. Michel, al erigirse en estatua humana, articula esa mezcla: arte popular, política y memoria histórica en una sola imagen.
Fuentes: Clarín
