El libro que Milei regaló a sus ministros y la idea que propone

Un obsequio con mensaje ideológico: 'Defendiendo lo indefendible' en manos del Gabinete
En la cena de fin de año del Gabinete, Javier Milei entregó a sus ministros ejemplares de Defendiendo lo indefendible, de Walter Block; el gesto fue leído como una reafirmación de una visión libertaria extrema.
La imagen de los funcionarios sosteniendo el mismo libro en la Quinta de Olivos se convirtió en una postal política: el regalo, según las crónicas, fue la obra Defendiendo lo indefendible, del economista libertario Walter Block, publicada en los años setenta. El texto no fue un detalle decorativo: constituye una guía provocadora dentro del libertarianismo extremo que plantea la primacía del mercado y del consentimiento individual como criterio para legitimar prácticas sociales y económicas.
Qué propone el libro
La tesis central del ensayo es sencilla y radical: si una acción no implica agresión física directa y se basa en un acuerdo voluntario entre partes, entonces debería considerarse legítima. A partir de ese principio, el autor discute y, en muchos casos, defiende o relativiza actividades que hoy están reguladas o prohibidas por sus efectos sociales, como la prostitución, el proxenetismo, el narcotráfico o el trabajo infantil.
Críticas al enfoque
El núcleo de la objeción pública es que la lógica del consentimiento abstracto deja fuera condiciones estructurales como la desigualdad, la coerción económica y las asimetrías de poder que afectan la capacidad real de las personas para dar un consentimiento libre y equitativo. Las regulaciones sociales y jurídicas que prohíben o limitan ciertas prácticas se justifican, entre otras razones, por los daños colectivos, la explotación y la protección de derechos vulnerables.
Qué significa el gesto para la gestión
Al obsequiar ese libro a su equipo, el Presidente envía una señal clara sobre la matriz ideológica que pretende instalar: no se trata sólo de medidas económicas aisladas, sino de una concepción más amplia acerca del rol del Estado, el mercado y la autonomía individual. En la práctica, esa cosmovisión puede traducirse en desregulaciones, ajustes y prioridades que reducen la intervención estatal en ámbitos sensibles.
Limitaciones entre la teoría y la gobernanza
La aplicación de ideas filosóficas en la gestión pública choca con realidades institucionales y sociales: la Argentina enfrenta problemas estructurales como desigualdad, economía informal y conflictos laborales que no se resuelven únicamente con contratos. Además, la negociación parlamentaria, los acuerdos internacionales y los límites institucionales condicionan la capacidad de trasladar una teoría libertaria extrema a políticas concretas sin costos políticos o sociales.
Reacciones y debate público
El gesto generó debate: para sus partidarios, reafirma coherencia ideológica; para sus críticos, es una provocación que puede minimizar daños sociales. Fuentes periodísticas y analistas coincidieron en que la entrega del libro funciona tanto como declaración de principios como recordatorio para el propio equipo de gobierno sobre las prioridades del proyecto político que encabeza el Presidente.
Qué queda por ver
La pregunta central para la gestión es qué tanto de esa matriz ideológica se podrá o se querrá trasladar a políticas concretas sin tensar la gobernabilidad: algunas medidas podrán buscar desregulación y reducción del Estado, mientras que otras —por la presión social o la necesidad de acuerdos políticos— exigirán moderación. La tensión entre discurso y pragmatismo será una línea de lectura clave en los próximos meses.
Fuentes: Perfil
