Emanuel Álvarez Agis explicó su propuesta de impuesto al efectivo y respondió a Milei

Debate sobre impuesto al efectivo, informalidad y alternativas para las pymes
El economista Emanuel Álvarez Agis defendió su idea de implementar un impuesto al efectivo como herramienta para reducir la informalidad y mejorar la competitividad de las pymes. En una entrevista con LN+ explicó su propuesta en tres pasos y respondió las críticas públicas del presidente Javier Milei en la red social X.
Álvarez Agis planteó que la Argentina enfrenta un problema estructural de informalidad, que genera asimetrías entre quienes tributan y quienes no. Según dijo, su propuesta combina la eliminación del impuesto al cheque, la aplicación de un tributo al uso de efectivo y la reducción de cargas fiscales para pequeñas y medianas empresas, para promover la bancarización sin aumentar la carga total tributaria.
Los tres puntos de la propuesta
Durante la entrevista el exviceministro de Economía describió la iniciativa en tres pasos. Primero, propuso eliminar el impuesto al cheque, definido por él como un tributo distorsivo que perjudica a quienes operan en la formalidad. Admitió que esa eliminación podría abrir un déficit inicial, pero dijo que existe un mecanismo de compensación dentro de su esquema.
En segundo lugar, planteó crear un impuesto al uso de efectivo. La lógica que explicó fue sencilla: gravar las transacciones en efectivo incentiva a consumidores y comercios a optar por medios electrónicos de pago. “Cuando ponés un impuesto al efectivo, el consumidor elige pagar con medios electrónicos. Eso obliga al kiosquero o al pequeño comercio a formalizarse”, afirmó.
Finalmente, el tercer punto consiste en bajar impuestos a las pymes para que la transición hacia la formalidad no implique riesgo de cierre. Álvarez Agis sostuvo que muchos de los que hoy operan en la informalidad no son delincuentes sino emprendimientos que no pueden afrontar el costo de operar en regla.
Respuesta a las críticas del presidente
La propuesta provocó una reacción inmediata del presidente Javier Milei, que en X calificó al economista como “un ladrón” y aseguró que los planteos como éste buscan recaudar más en lugar de achicar el gasto público. Milei también describió la iniciativa como “un disparate total” y la comparó con “un robo en la puerta del cajero”.
Álvarez Agis respondió en LN+ y en declaraciones públicas que su intención no es aumentar la carga tributaria agregada sino redistribuirla: “Si la Argentina cobra $30 de cada $100, propongo bajarle $5 al formalizado y subirle $5 al informal. El que quiera evitarlo, puede pagar con medios electrónicos”, señaló.
Qué aspectos quedan abiertos y por qué importa
El debate público puso en evidencia varias preguntas técnicas y políticas que deberán abordarse si la idea avanza: cómo se definiría la base imponible del impuesto al efectivo, qué alcance tendría (consumidor final, comercios, retiros de cajero), qué mecanismos concretos compensarían la eliminación del impuesto al cheque y cómo se protegería a los sectores más vulnerables en la transición.
Los defensores de la bancarización sostienen que mayores cuotas de transacciones electrónicas facilitan la trazabilidad y la formalización laboral, mientras que sus críticos alertan sobre costos adicionales para consumidores y comercios pequeños, y sobre el riesgo de que la presión fiscal se traslade a otros segmentos.
Impacto esperado en pymes y trabajadores
Álvarez Agis subrayó que parte central de la propuesta es reducir cargas para las pymes, con el objetivo de que la formalización no signifique cierre de comercios ni pérdida de empleos. Aseguró que la medida busca “premiar la formalidad” y equilibrar una situación en la que, según su diagnóstico, quienes están en blanco soportan una mayor carga tributaria relativa.
Especialistas en políticas fiscales suelen señalar que cualquier cambio de este tipo requiere un diseño fino: compensaciones temporarias, umbrales para microempresas, facilidades administrativas y controles para evitar elusión. En ese sentido, el economista afirmó que su planteo es “muy sencillo” y sustentable si se articulan medidas de acompañamiento.
Qué sigue
El intercambio entre Álvarez Agis y el presidente abrió la discusión pública sobre la estrategia para enfrentar la informalidad y las alternativas de financiamiento del Estado. Si la propuesta tuviera apoyo político, el debate pasaría al terreno técnico: definiciones legales, impactos fiscales, evaluación de costos y medidas de transición para los sectores más vulnerables.
Por ahora, la iniciativa queda en el terreno de la discusión entre referentes económicos y políticos, con repercusiones en redes y medios. El cruce entre el economista y el presidente también revela la polarización que rodea a las propuestas tributarias en el país.
Fuente: El Intransigente
