Estudio de Abeceb: importaciones de la Argentina siguen por debajo de varios países de la región
Abeceb y el debate sobre importaciones: contexto y cifras clave
El informe señala que las importaciones en la Argentina, pese a su crecimiento reciente, mantienen un grado de apertura comercial inferior al de países como Chile, México, Colombia, Uruguay y Paraguay. En términos concretos, hasta noviembre de 2025 las importaciones de bienes acumuladas alcanzaron USD 70.235 millones, un aumento interanual del 27% que refleja una normalización tras las restricciones cambiarias y operativas de años previos.
Por qué subieron las importaciones y qué mide el ranking regional
La consultora Abeceb atribuye el salto importador a la corrección de precios relativos, la gradual liberalización cambiaria, la consolidación fiscal y la eliminación de restricciones cuantitativas (SIRAs, cupos y autorizaciones discrecionales). En ese nuevo marco, la demanda importadora dejó atrás la etapa de compresión forzada por la escasez de divisas y se aceleró: se recomponen stocks, volvió el financiamiento comercial y se regularizaron cadenas productivas que funcionaban por debajo de niveles eficientes.
Sin embargo, esas subas no colocan a la Argentina entre los países con mayor apertura. Mientras la Argentina se mueve históricamente entre 12% y 18% del PIB en términos de importaciones, otros países regionales muestran ratios entre 20% y 45% del PIB. Ese diferencial responde, según Abeceb, menos a un “cierre productivo” y más a una trayectoria marcada por volatilidad macroeconómica, escasez crónica de divisas y reglas de acceso discontinuas.
Composición de las compras externas
El estudio desagrega la dinámica por destino de uso de los bienes importados y encuentra cambios relevantes respecto de ciclos previos. En el acumulado a noviembre de 2025:
- Bienes intermedios crecieron 6,2% interanual.
- Piezas y accesorios para bienes de capital: +17,4%.
- Vehículos (en valor): +109%.
- Bienes de consumo: +58,3%.
- Bienes de capital: +55,6%.
El patrón actual muestra un mayor peso de bienes finales y automotores respecto de etapas previas donde la recuperación importadora estuvo más enfocada en insumos productivos. En unidades, el ingreso de vehículos medido en unidades creció cerca de 120% acumulado a noviembre (alcanzando máximos desde 2018, aunque todavía 30% por debajo del pico histórico).
Impactos sectoriales: pymes, textil y comercio electrónico
El informe alerta sobre efectos micro y sectoriales: según el Observatorio PyME, la proporción de empresas que reemplazan producción propia por importaciones casi se duplicó a 10,1% en la segunda mitad del año (era 5,3% en la primera). Las pymes que sustituyen insumos locales por importados treparon al 22,1% desde 15,2%, con especial intensidad en metalmecánica (28,4%) y productos químicos, caucho y plástico (29,2%).
Dentro de los bienes de consumo, el régimen Courier o “puerta a puerta” fue el canal de mayor expansión tras la relativa estabilidad cambiaria y la eliminación de trabas operativas. Abeceb consignó importaciones por este canal por USD 789 millones, y subrayó que su crecimiento interanual a noviembre fue el más dinámico (+291,8%); su participación en las importaciones de bienes de consumo alcanzó cerca del 7,5%.
El fenómeno preocupa a comercios y plataformas locales. El presidente de Mercado Libre en la Argentina, Juan Martín de la Serna, advirtió que el ingreso masivo de productos de bajo costo desde China genera competencia desigual; Marcos Galperin, fundador y CEO global de la compañía, luego relativizó el tema en declaraciones públicas.
Origen de las compras y diversificación de la oferta
Brasil sigue siendo el principal país de origen, concentrando alrededor del 76% de las importaciones argentinas, aunque su participación cedió puntos frente a China y México, que avanzan con fuerza. La apertura también se tradujo en una mayor diversidad de modelos disponibles en el mercado: Abeceb registra un aumento del 22% en la cantidad de modelos respecto de 2024.
Balance macro: intercambio todavía superavitario
Otro indicador que destaca el estudio es el cociente importaciones sobre comercio exterior, que arroja un ratio de 0,47 y es inferior al de varios años de la serie que se remonta a 1989. En el agregado, el intercambio comercial sigue siendo superavitario, a diferencia de temporadas de la convertibilidad con fuerte déficit comercial.
Riesgos y preguntas abiertas
El documento advierte que la relación importaciones/PIB puede alcanzar en 2025 niveles similares o superiores a 2018 (16,3%), lo que reabre el debate sobre la sostenibilidad del proceso. Los principales interrogantes son:
- ¿Cómo incide la recomposición importadora en la industria local, que aún muestra capacidad ociosa y una actividad que creció modestamente (3,1% a octubre)?
- ¿Qué políticas comerciales y arancelarias son necesarias para proteger sectores sensibles sin frenar la normalización logística y financiera que necesitó la producción?
- ¿Cómo regular el régimen Courier y el comercio electrónico transfronterizo para equilibrar la competencia y la recaudación fiscal?
Contexto internacional: la atención sobre plataformas chinas
El crecimiento del comercio electrónico de baja fracción y la modalidad “De minimis” (envíos de bajo valor exentos de controles y aranceles) atrajo la atención de organismos internacionales. En Estados Unidos el aumento de paquetes de bajo valor llevó a cambios regulatorios (el 29 de agosto se dejó sin efecto la exención para todos los envíos de bajo valor y se exigió declaración aduanera formal y pago de aranceles).
En ese marco, debates sobre cadena de suministro, derechos laborales en zonas como Xinjiang y medidas arancelarias confluyen con las preocupaciones locales sobre competencia desleal y protección de industria y comercios minoristas.
Conclusión
El documento de Abeceb describe un proceso de normalización de las importaciones en la Argentina tras un régimen macroeconómico anterior que restringía fuertemente el acceso. Si bien los flujos de 2025 muestran aceleración y cambios en la composición —más bienes finales y automotores—, el país sigue liderando posiciones inferiores en los rankings regionales de apertura comercial. La discusión ahora se centra en cómo equilibrar la recuperación del comercio exterior con políticas que protejan a sectores sensibles y garanticen la competitividad a largo plazo.