Impuesto al efectivo: qué propone el gravamen y sus posibles efectos

Qué plantea la propuesta y por qué vuelve el debate
La propuesta que impulsa el economista Emanuel Álvarez Agis contempla gravar las extracciones en efectivo con un ejemplo de 10% aplicado a los retiros, una idea que busca desincentivar el uso del efectivo y promover la formalización de la economía. El planteo cobró visibilidad tras los comentarios del economista Félix Schmidt en Canal E, que describió el ejemplo del 10% sobre extracciones y analizó implicancias económicas y políticas.
Detalles técnicos del esquema
Según lo explicado por Schmidt, el esquema propuesto consistiría en aplicar un gravamen directo a las extracciones en efectivo. En su ejemplo, la carga sería del orden del 10% para quienes retiren dinero de cuentas, tanto consumidores como empresas; a cambio, se propondría que las transacciones digitales queden exentas de ese impuesto. Además, Álvarez Agis sugirió que la iniciativa forme parte de una reforma impositiva más amplia y de medidas regulatorias destinadas a facilitar la formalización de comercios.
Objetivos públicos señalados
Los promotores del planteo argumentan que un impuesto al efectivo busca tres objetivos: 1) desalentar la economía en efectivo y aumentar el uso de medios electrónicos; 2) incentivar a los consumidores a exigir facturas y comprobantes para que los comercios se formalicen; 3) avanzar hacia mayor trazabilidad de la actividad económica, con un horizonte que incluye la posibilidad de pensar en una moneda digital en el futuro.
Críticas y riesgos económicos
Félix Schmidt advirtió que la propuesta abre el debate sobre la estructura tributaria del país y señaló que la carga impositiva en Argentina es, en su opinión, bastante regresiva. También remarcó una tensión política: cobrar un nuevo impuesto luego de una campaña electoral cuyo discurso central fue la promesa de reducir la carga tributaria puede resultar contradictorio con el mensaje del gobierno actual. Schmidt subrayó además que la propuesta presentada fue esquemática y sin detalles operativos: no explicó con precisión cómo se implementaría la excepción para dinero digital, cómo se tratarían las cuentas sueldo ni qué efectos tendría sobre pequeños comercios y hogares que aún operan en efectivo.
Impacto sobre cuentas sueldo, jubilaciones y comercio pequeño
Uno de los puntos más sensibles que mencionó el economista es el alcance del gravamen: si se aplicara sin distinciones podría afectar retiros de cuentas sueldo, jubilaciones y pagos cotidianos de hogares con limitada bancarización. Por ese motivo, cualquier diseño que pretenda avanzar en esa dirección requeriría definir exenciones o montos mínimos para proteger a los sectores más vulnerables y a las operaciones habituales de consumo.
Factores políticos y prácticos
En el plano político existe, según Schmidt, una contradicción con el discurso del presidente Javier Milei, que ha insistido en la necesidad de reducir impuestos. Además, la implementación práctica de un impuesto al efectivo plantea desafíos: cómo identificar y gravar retiros que luego se usan para múltiples fines; qué controles exigir a bancos y cajeros automáticos; y cuál sería el tratamiento para empresas que, por su tamaño o modalidad, aún operan en buena medida en efectivo.
Alternativas y experiencias comparables
Los promotores suelen justificar medidas similares por el objetivo de formalizar actividad económica y reducir evasión. En la práctica, políticas complementarias como incentivos a medios electrónicos, mejora en la infraestructura de pagos, y sanciones más fuertes por la no emisión de factura suelen combinarse con medidas tributarias. Para que una medida como la propuesta funcione y no aumente la carga sobre los sectores más débiles, especialistas suelen reclamar un diseño cuidadoso que incluya exenciones, montos mínimos y un calendario gradual.
Próximos pasos y estado institucional
Por ahora, la iniciativa fue planteada en términos públicos por Álvarez Agis y comentada por economistas como Félix Schmidt; no existe, hasta donde informaron las fuentes públicas citadas, un proyecto legislativo formal ni un texto con articulados concretos. La discusión pasará por el debate público y por la evaluación técnica sobre su impacto fiscal, distributivo y operativo.
Contexto: Emanuel Álvarez Agis fue viceministro de Economía durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, y la idea fue presentada por él como una forma de avanzar en la formalización. Félix Schmidt, en su intervención en Canal E, usó el ejemplo del 10% en las extracciones para ilustrar el esquema.
Fuentes: Perfil
