Domingo, 28 Diciembre 2025
Competitividad estructural y reconfiguración industrial

Industria argentina: no es lo importado sino la falta de competitividad lo que preocupa

Expertos y consultoras advierten que el desafío para la industria argentina no es la importación en sí, sino la falta de competitividad: infraestructura, financiamiento, costos laborales y escala productiva limitan la capacidad de competir frente a la oferta extranjera.
Planta industrial con maquinaria y trabajadores
Planta industrial con maquinaria y trabajadores

Competitividad, apertura y los límites de la industria local

La discusión económica de 2025 muestra que el problema para la industria argentina no es únicamente la presencia de bienes importados, sino la dificultad estructural para competir: infraestructura, financiamiento, costos laborales y escala productiva limitan la capacidad de las empresas locales frente a la oferta extranjera.


Tendencias recientes de importaciones y producción

Hasta noviembre de 2025 las importaciones crecieron 27% respecto a los 11 primeros meses del año anterior, y la estimación de Gustavo Scarpetta es que terminarán el año en aproximadamente U$S 75.600 millones, por debajo del pico de 2022 (U$S 76.162 millones). En términos relativos, la relación importación-PIB en Argentina es de 16%, comparada con rangos entre 20% y 45% en países como Colombia, Uruguay y Chile, lo que indica margen para un mayor flujo comercial.

La apertura observada en 2025 se tradujo en cambios sensibles en el consumo: la importación de bienes de consumo creció 58% y la de vehículos 109% entre enero y noviembre, mientras que la producción fabril medida por el IPI Industrial aumentó solo 31% entre enero y octubre. Esa diferencia explica parte del malestar de sectores industriales que ven en las importaciones una competencia más inmediata.

Fuente: INDEC y estimaciones sectoriales; periodo: enero-noviembre 2025


Causas estructurales de la pérdida de competitividad

Especialistas consultados por la consultora Abeceb y por el Ieral describen varios obstáculos persistentes:

  • Mercado interno relativamente pequeño, que dificulta alcanzar economías de escala para producir localmente a precios competitivos.
  • Falta de crédito y horizonte de mediano plazo, lo que reduce la inversión en tecnologías y capacidad productiva.
  • Costos laborales y esquema tributario que encarecen la competitividad en muchas ramas.
  • Deficiencias en infraestructura logística (puertos, rutas) y trámites administrativos que elevan costos y tiempos.

Estos factores combinados hacen que, levantadas protecciones, algunas industrias deban reconfigurarse: ajustar portafolios, aumentar el uso de insumos importados o pasar a roles de distribución y representación de marcas extranjeras.


Impactos por sector y ajustes en curso

El informe de Abeceb detecta una aceleración en la sustitución de producción propia por importaciones en varios rubros: la proporción de empresas que reemplazan bienes propios por importados casi se duplicó al 101% en el segundo semestre contra 53% en la etapa previa; y las que sustituyen insumos locales por importados treparon a 221% desde 152%.

Los sectores con mayor intensidad de cambio incluyen sustancias y productos químicos, caucho y plástico, y la metalmecánica. En la industria automotriz, por ejemplo, en noviembre el 60% de los patentamientos de vehículos 0 km fueron importados frente a 40% nacionales; un año antes la relación era inversa (44% importados, 56% nacionales). En términos absolutos, el patentamiento acumulado en los primeros 11 meses de 2025 aumentó 497% (587666 unidades), mientras que la producción nacional descendió 09% en el mismo período (464408 unidades).


Datos de empleo y estructura empresarial

Según la Encuesta de Indicadores Laborales de la Secretaría de Trabajo, al mes de octubre había 312926 empresas privadas formales, 7226 más que en octubre de 2023. Sin embargo, el número de industrias formales fue de 47576, es decir 1470 menos que hace dos años. Ese contraste muestra que la economía registra mayor cantidad de empresas pero menor empleo formal industrial, un fenómeno que preocupa por su impacto en puestos de trabajo de calidad y salarios más altos.


Posibles respuestas y plazos

Los especialistas coinciden en que las soluciones son de mediano y largo plazo: mejorar infraestructura, facilitar crédito, bajar costos administrativos y laborales donde sea posible, y sostener incentivos a la inversión productiva. Mientras tanto, las empresas reactualizan sus estrategias: mayores importaciones de insumos y bienes finales, alianzas con partners extranjeros, automatización y ajuste del mix de productos.

El gobierno prioriza mantener estabilidad cambiaria, revisar algunos impuestos y avanzar con reformas que busquen atraer inversión. Sin embargo, el proceso de readecuación industrial suele ser más lento que la entrada de nuevas firmas o marcas importadas, por lo que la industria local deberá adaptarse en los próximos años.


Qué sectores están más expuestos y cuáles mantienen ventajas

Según análisis de consultoras y cámaras, los sectores con ventaja relativa siguen siendo la agroindustria, derivados del petróleo y químicos. En riesgo aparecen textiles, calzado, metalmecánica y electrónica (esta última vulnerable por la baja de aranceles). Otros sectores en zona de alerta son juguetes y neumáticos, afectados por cambios arancelarios y por la competencia de importaciones desde China.


Fuentes: La Voz