Domingo, 28 Diciembre 2025
Cierre anual con menor presión inflacionaria desde 2017

Inflación 2025: cerrará como la más baja desde 2017 pero exige consolidación

Con un acumulado de 27,9% hasta noviembre y una estimación de diciembre en 2,5%, la inflación anual 2025 quedaría cerca del 31,1%, la más baja desde 2017. El desafío ahora es consolidar la baja generando empleo y crecimiento.
Gráfico de inflación y números económicos
Gráfico de inflación y números económicos

Resumen del cierre anual y principales números

El acumulado de enero a noviembre de 2025 fue del 27,9% y, con una inflación de diciembre estimada en 2,5%, la variación anual quedaría en 31,1%. Ese cierre convertiría a 2025 en el año con menor inflación desde 2017, cuando el registro fue del 24,8%.


Evolución reciente y factores detrás de la desaceleración

La desaceleración respecto de los picos de 2023 y 2024 responde a varios factores combinados: el ordenamiento del gasto público y las tarifas como parte del ajuste de subsidios, la apertura importadora que bajó precios en rubros como indumentaria y electrodomésticos, y una política macroeconómica que redujo la inercia inflacionaria. Pese a ello, desde mayo la inflación mensual mostró una tendencia al alza: la más alta del año fue marzo con 3,7% y los meses finales registraron incrementos mensuales en torno a 2,1% (septiembre), 2,3% (octubre) y 2,5% (noviembre).


Comparación anual reciente

Para ponerlo en perspectiva: 2017 registró 24,8% anual; 2023 tuvo un pico de 211,4%; 2024 cerró en 117,8%; y 2025, con una proyección que sitúa el anual por debajo del 32%, será el mejor desempeño desde 2017. La mejora es significativa, pero el nivel de precios sigue siendo alto y exige políticas que garanticen crecimiento real de ingresos y empleo.

Fuente: Infobae / Datos citados en el artículo, periodo: anual 2017-2025 (estimado)


Impacto en la actividad económica y el empleo

La reducción de la inflación no siempre se traduce de inmediato en mejoras del salario real o en recuperación del empleo. En 2024 la economía mostró una caída anual del PBI moderada (cifra anual 1,7% de caída según lo informado) pero con crecimiento trimestral hacia fin de año. Para consolidar la baja inflacionaria es necesario enlazarla con crecimiento sostenido de la actividad, creación de empleo formal y aumento de salarios reales.


Pobreza y distribución

Históricamente, episodios de alta inflación afectaron con mayor dureza a los sectores más vulnerables, porque la subida de precios erosiona ingresos y ahorros y altera el acceso a bienes esenciales. La nota recuerda la trayectoria de las últimas décadas: desde la crisis de 1975 hasta la actualidad la pobreza creció en términos absolutos como resultado de episodios prolongados de alta inflación y estancamiento económico. Reducir la inflación es necesario, pero insuficiente si no va acompañado de políticas para mejorar ingresos y empleo.


Proyecciones y riesgos para 2026

El presupuesto nacional aprobado prevé para 2026 una inflación de 10,1%, una cifra que analistas consideran desfasada frente a la dinámica reciente y los movimientos del tipo de cambio. Los riesgos que podrían presionar los precios al alza incluyen nuevas subas de tarifas, shocks de precios internacionales (carne, energía) y volatilidad cambiaria. Por otra parte, la continuidad de la apertura comercial puede ejercer presión bajista sobre ciertos rubros.


Qué queda por consolidar

La senda de 2025 es un paso importante: cortar la inercia inflacionaria y pasar de tasas de tres dígitos a niveles de dos dígitos constituye una mejora relevante. Para que sea sostenible hacen falta políticas que impulsen la recuperación del empleo, políticas fiscales previsibles, acuerdos salariales consistentes con productividad y atención a la vulnerabilidad social. Sin esos complementos, la baja de la inflación corre el riesgo de ser temporal.


Fuente: Infobae