Inflación y dólar en 2026: proyecciones de analistas locales e internacionales

Proyecciones para 2026: inflación y dólar según consultoras, LatinFocus y REM
Las proyecciones sobre la inflación y el dólar para 2026 se mantienen en el centro de los informes de mercado: las estimaciones varían entre consultoras y organismos internacionales, con un consenso que muestra moderación respecto a pronósticos anteriores pero resalta riesgos de volatilidad.
Resumen de las principales proyecciones cambiarias
LatinFocus presenta un consenso que ubica al dólar oficial en $1746 para fines de 2026 y en $1947 para 2027. Otros informes difieren notablemente: Oxford Economics proyecta $2020 para diciembre de 2026 y $2526 para 2027; MAPFRE Economics estima $2141 y $2667; Invecq Consulting señala $2000 para 2026; y Fitch Ratings calcula $2215 para fines de 2026 y $2613 para 2027. Entre las consultoras locales, Ecolatina prevé $1800 para 2026 y $2400 para 2027, Empiria ubica sus números en $1825 y $1953, y Banco Galicia proyecta $1610 y $1761.
Expectativas del mercado y evolución reciente del peso
El informe de LatinFocus atribuye parte de la fortaleza del peso observada después de las elecciones a señales de confianza iniciales del nuevo gobierno. Al 28 de noviembre, el reporte consignó que el tipo de cambio oficial estaba en $1450,5 por dólar y el mercado paralelo (‘blue’) en $1435. Desde esa referencia, las previsiones implican distintos grados de depreciación a lo largo de 2026, según el escenario que asuman las distintas consultoras.
Proyecciones de inflación y su impacto en activos financieros
En materia de precios, LatinFocus proyecta una inflación anual de 23,9% para 2026 y una reducción hasta 15% en 2027. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, por su parte, prevé un tipo de cambio nominal de $1720 para diciembre de 2026 y una variación interanual esperada de 16,8% (lo que implicaría una corrección de 0,5 puntos respecto del relevamiento previo).
Las proyecciones de inflación y la expectativa de un proceso de desinflación más lento han empujado a los inversores hacia instrumentos que ajustan por precios, como los bonos CER. La migración a esos títulos refleja una demanda de protección contra una inflación que, en algunos escenarios, permanecería elevada por más tiempo del esperado.
Riesgos y factores condicionantes
Los analistas coinciden en que la trayectoria del tipo de cambio y la inflación dependerá en buena parte de la capacidad del gobierno para avanzar con reformas estructurales y de la implementación efectiva de políticas macroeconómicas. El propio presidente Javier Milei comentó sobre los rezagos de la política monetaria: “La política monetaria tiene un rezago. Nosotros creíamos que era de entre 18 y 24 meses, pero hay una tesis doctoral... que probó que los rezagos son de 26 meses. Esto quiere decir que para la mitad del año que viene o agosto, la inflación seguro va a empezar con cero”, frase que suscitó debate técnico sobre plazos de transmisión.
Economistas y consultoras observan riesgos por volatilidad externa, dinámica de precios regulados, y posibles ajustes en el mercado cambiario que podrían presionar al alza las cotizaciones alternativas si la demanda de cobertura aumenta.
Proyección del Banco Mundial y crecimiento
En paralelo, el Banco Mundial ajustó a la baja su previsión de crecimiento para Argentina en 2025: espera un PBI que crezca 4,6% en 2025, frente a una estimación previa de 5,5%. El organismo proyecta que el crecimiento se desacelerará a 4% en 2026. En su reporte, el Banco Mundial destacó signos de recuperación en consumo e inversión privada y señaló la disciplina fiscal como un elemento relevante en el diagnóstico macroeconómico.
Fuente: compilación de informes y relevamientos (LatinFocus, consultoras, REM). Periodo: proyecciones para fines de 2026.
Qué implica para la gente
Para salarios, jubilaciones y prestaciones indexadas, la trayectoria de la inflación y del tipo de cambio determinará el poder de compra real durante 2026. Una inflación más alta y persistente erosiona ingresos si los ajustes no acompañan; en cambio, un proceso de desinflación gradual podría aliviar presiones sobre precios relativos, aunque la transición demanda políticas coherentes y tiempo.
Fuentes: Perfil, LatinFocus, REM del Banco Central, informes de Oxford Economics, MAPFRE Economics, Invecq Consulting, Fitch Ratings, Ecolatina, Empiria Consultores, Banco Galicia, Banco Mundial.
