Lunes, 24 Noviembre 2025
Vecinos reclaman reductores y señalización vial urgente

La esquina de los "tortazos" en City Bell: el asfalto nuevo la convirtió en una pista de TC

Vecinos de la esquina de 460 y 26, en City Bell, aseguraron que la reciente repavimentación transformó la intersección en una zona de alta velocidad; pidieron la colocación urgente de un lomo de burro, señalización y controles para evitar nuevos choques.
Intersección de 460 y 26 en City Bell tras el asfalto nuevo
Intersección de 460 y 26 en City Bell tras el asfalto nuevo

Vecinos piden reductores y señalización en la intersección de 460 y 26

Residentes de City Bell alertaron sobre la velocidad excesiva en la esquina de 460 y 26 tras el recambio del asfalto: aseguran que la calle quedó lisa y se transformó en una «pista de autos», por lo que solicitaron con urgencia la colocación de un lomo de burro y cartelería preventiva para reducir los choques y mejorar la seguridad vial.

Los relatos de los frentistas

Según los vecinos consultados, la situación se agravó desde hace más de un mes. Un frentista resumió la preocupación: “Faltaron hace un mes y ya se pegaron tres palos terribles. Es, una pista de auto. Así no se puede más”. Por su parte, otros vecinos indicaron que al menos tres vehículos protagonizaron choques relevantes en las últimas semanas como consecuencia de la alta velocidad y la falta de reductores.

Reclamo formal y expectativa por una intervención

Los vecinos dicen haber presentado una nota ante la Comuna solicitando la instalación de un reductor de velocidad y la colocación de señalización preventiva. Creen que un lomo de burro solucionaría “una parte del problema”, y terminaría con la dinámica de sobrevelocidad que, según su testimonio, comenzó tras la repavimentación.

Por qué preocupa el asfalto nuevo

El reemplazo del pavimento suele mejorar la circulación, pero en ciertos cruces urbanos —si no se acompaña con medidas de calmado de tránsito— puede incentivar a los conductores a aumentar la velocidad. Los vecinos sostienen que la superficie lisa y la ausencia de reductores o señalética adecuada hicieron que la intersección pierda sus referencias de precaución, con el consiguiente aumento del riesgo de choque.

Medidas solicitadas

Entre las demandas más repetidas figuran:

  • Colocación inmediata de un lomo de burro (reductor físico) en 460 y 26.
  • Instalación de señalización vial visible que advierta la presencia del cruce y límites de velocidad.
  • Evaluación lumínica y, si corresponde, mejor iluminación para aumentar la visibilidad nocturna.
  • Inspección técnica del tramo repavimentado por parte de la autoridad de tránsito municipal.

Responsabilidades y trámites

En jurisdicciones urbanas como City Bell, la colocación de reductores y la señalización son responsabilidades de la Comuna o el municipio. Los vecinos ya realizaron el pedido por escrito; ahora esperan que el área de tránsito o vialidad programe la intervención. En muchos casos, las oficinas municipales analizan la factibilidad técnica y la compatibilidad con el resto de la red vial antes de autorizar un reductor físico.

Impacto sobre la seguridad y la convivencia

Más allá de los daños materiales que provoca un choque, los vecinos enfatizan el deterioro en la calidad de vida: ruido por velocidad, el peligro para peatones —especialmente niños y personas mayores— y la sensación de inseguridad en la calle. Para los residentes, medidas sencillas como un reductor o carteles pueden bajar el nivel de conflicto y evitar futuros incidentes.

Qué dicen los especialistas (contexto)

En términos generales, los reductores físicos y la señalización visible son medidas efectivas para disminuir la velocidad promedio en zonas urbanas. Sin embargo, su instalación debe evaluarse en función del caudal vehicular, el tipo de calle, la proximidad a centros educativos y la topografía. Las autoridades suelen acompañar estas obras con campañas de concientización y controles de velocidad para lograr un efecto sostenido.

Próximos pasos esperados

Los vecinos aguardan una respuesta de la Comuna. Si la administración aprueba la instalación del lomo de burro, se define la empresa ejecutora, los plazos y la coordinación para no afectar más de lo necesario la circulación. Mientras tanto, los frentistas reclaman medidas temporarias, como señalización provisoria, reductores de tipo móvil o presencia de control municipal en horarios de mayor circulación.


Fuente: El Día - nota original