Lunes, 29 Diciembre 2025
Consumo de carne vacuna en caída y mayor protagonismo de exportaciones

La histórica relación entre la carne y los argentinos se deshilacha

El consumo de carne vacuna retrocedió a niveles mínimos históricos; mientras la exportación crece con destinos como China, en la mesa local la carne pierde centralidad por precio, salud y preocupaciones ambientales.
Parrilla con cortes de carne y gente en un asado
Parrilla con cortes de carne y gente en un asado

Consumo de carne en baja: factores económicos y culturales detrás de la caída

El consumo de carne vacuna en Argentina registró mínimos recientes: 47 kg por habitante en 2024 y un leve repunte a 50 kg en 2025, según datos citados por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna en Argentina (IPCVA). El fenómeno combina cambios en hábitos alimentarios, aumento de precios relativos y la mayor presencia de alternativas como pollo, cerdo y productos vegetales.

Una tradición en transformación

La carne a la parrilla formó durante décadas parte central de la identidad culinaria argentina. Sin embargo, las últimas generaciones modificaron frecuencias de consumo por razones diversas: preocupación por la salud, conciencia ambiental, migración de gustos y costos más elevados de la carne vacuna en relación con otras proteínas.

Datos de producción y comercio

Argentina produjo 3,1 millones de toneladas de carne en 2024 y exportó casi un tercio de esa cifra, de acuerdo con la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. El mercado internacional, con Asia y especialmente China a la cabeza, absorbe buena parte de la oferta: cerca del 70% de la carne exportada tiene como destino ese mercado, según el IPCVA.

Impactos en la cadena y en la mesa

Para el sector cárnico, la menor demanda interna empuja a priorizar exportaciones y a ajustar precios. Los consumidores, por su parte, equilibran el consumo alternando con pollo y cerdo, que resultan más accesibles. Además, la oferta de productos veganos y vegetarianos, y la visibilidad de dietas con menos carne, marcan un cambio cultural notable.

Contexto histórico y cultural

Historiadores señalan que a principios del siglo XIX el consumo por habitante alcanzaba cifras muy superiores a las actuales; la masificación del frigorífico y el desarrollo ganadero consolidaron la imagen internacional de la carne argentina. Hoy ese vínculo se redefine entre exportación masiva y cambios en la demanda doméstica.

Qué mirar en 2026

El desafío para productores y reguladores será sostener la competitividad internacional sin perder de vista la accesibilidad para los consumidores locales. Las políticas de precios, incentivos a la producción y la diversificación de mercados serán claves para equilibrar producción, consumo y valor agregado.


Fuentes: El Día / AFP / IPCVA