Viernes, 19 Diciembre 2025
Industria automotriz pide reformas para crecer

La industria automotriz prevé hasta 700.000 patentamientos en 2026, pero reclama reformas fiscales

Directivos del sector proyectan entre 670.000 y 700.000 patentamientos en 2026 si hay crecimiento, baja de inflación y crédito; advierten que la presión impositiva y tasas altas pueden limitar producción y exportaciones.
Fábrica de autos y línea de producción
Fábrica de autos y línea de producción

Proyección 2026: mercado en crecimiento si hay condiciones fiscales y crédito

Ejecutivos del sector automotriz estiman un mercado potencial de entre 670.000 y 700.000 unidades para 2026 si la economía crece, la inflación sigue bajando y las tasas de crédito se vuelven más accesibles. Esa proyección se basa en la expectativa de una recuperación del poder de compra y en la necesidad de renovación de un parque automotor con una antigüedad promedio de 14,3 años.

Qué dijeron los referentes del sector

Gustavo Salinas, presidente de Toyota Argentina, afirmó que con un crecimiento económico del orden del 4% al 5% y continuidad en la baja de la inflación el mercado podría llegar a las 700.000 unidades. En la misma línea, Daniel Herrero, CEO de Prestige Auto (representante de Mercedes‑Benz), sostuvo que los patentamientos pueden alcanzar cifras similares si reaparece crédito con tasas razonables.

Las terminales: realidades distintas

El sector no es homogéneo. Toyota proyecta un año con tres turnos y sábados para abastecer demanda doméstica y de exportación, mientras que General Motors sigue dependiendo en gran medida de la Tracker y necesita nuevos proyectos para sostener su planta. Ford apuesta a aumentar la producción de Ranger y sumar versiones; Volkswagen enfrenta un año complejo, con la transición hacia la nueva Amarok prevista para diciembre de 2026; Renault deberá reorganizar la planta de Santa Isabel tras la salida de algunos modelos y apostar al proyecto Niágara. Stellantis confía en la consolidación del Cronos y en la demanda de pick-ups en Brasil.

Exportaciones y presión impositiva

Una de las principales preocupaciones es la competitividad en exportaciones. Los directivos reclaman alivios fiscales para las unidades destinadas a otros mercados: retenciones, Ingresos Brutos multiplicados a lo largo de la cadena, impuestos sobre débitos y créditos y tasas provinciales y municipales son señalados como factores que encarecen la producción local y pueden desplazar destinos de exportación a competidores con cargas más bajas.

Impacto en la producción y el empleo

Si se sostuviera el escenario positivo (crecimiento económico, inflación en descenso y crédito), la demanda permitiría recuperar capacidad instalada y sostener empleo en fábricas y cadenas de valor. En caso contrario, la falta de reformas fiscales y la persistencia de costos altos podrían limitar inversiones, frenar proyectos locales y, a la postre, afectar puestos de trabajo en plantas y suplidoras.

Financiamiento y poder de compra

Los analistas consultados ponen el acento en la necesidad de crédito accesible para consumidores: con tasas altas resulta difícil que la mayoría de los compradores acceda a un 0 km, aunque la llegada de marcas y mayores stocks podría presionar a la baja los precios. La recuperación salarial es otro factor clave: sin mejoras reales en los ingresos, la demanda de vehículos nuevos permanecerá restringida a segmentos con mayor capacidad de ahorro o crédito.

Escenarios por marca y modelos

Cada terminal se prepara de manera distinta: Toyota apuesta a volumen y exportación; GM necesita un nuevo proyecto de volumen; Ford sigue con Ranger y electrificación; Volkswagen debe adaptar líneas para la nueva Amarok; Renault busca reactivar Santa Isabel con Niágara; Mercedes‑Benz amplía Sprinter y busca mercados de exportación adicionales; Stellantis confía en el Cronos y en su presencia regional. Ese mix explica por qué la industria pide políticas que reconozcan las particularidades de cada plataforma productiva.

Qué reclaman y por qué importa

El reclamo principal es fiscal: alivios que mejoren la competitividad de los vehículos hechos en la Argentina y permitan sostener destinos de exportación. También piden mayor previsibilidad macroeconómica, reducción de asimetrías en costos provinciales y apoyo a la promoción de exportaciones. Para el país, sostener la producción automotriz significa conservar divisas, empleo calificado y encadenamientos productivos que benefician a pymes proveedoras.


Fuente: El Economista