Sábado, 15 Noviembre 2025
Licitación de la Hidrovía: empresas europeas en la puerta

La licitación de la Hidrovía suma oferentes y Caputo celebra apoyo belga

El Gobierno busca relanzar la concesión de la Hidrovía antes de fin de año y adjudicarla en el primer semestre de 2026. Postulan grandes empresas europeas; la estatal china SDC quedará excluida por decisión del Ejecutivo. El proyecto implica una concesión por 30 años y podría generar ingresos por más de US$7.500 millones.
Operaciones de dragado en la Hidrovía, clave para las exportaciones argentinas
Operaciones de dragado en la Hidrovía, clave para las exportaciones argentinas

El Gobierno acelera la reactivación de la licitación de la Hidrovía

La Casa Rosada busca lanzar la licitación de la concesión de la Vía Navegable Troncal (Hidrovía) antes de fin de año y entregar la concesión en el primer semestre de 2026. El proceso recibió esta semana un respaldo público de la empresa belga DEME, lo que fue celebrado por el ministro de Economía Luis Caputo.


Antecedentes y objetivo oficial

Tras la anulación del intento inicial en febrero, el Gobierno retomó el diálogo con los principales actores: cerealeras, provincias, operadores portuarios y representantes de los trabajadores. La intención oficial es que la concesión de dragado y balizamiento se otorgue como un servicio público por 30 años, con cobro de tarifas o peajes, y sin la facultad automática de prórroga por otros 30 años sin nueva licitación.

El ministerio busca pliegos con «solidez técnica» y consenso para evitar otro fracaso como el de principios de año. La Hidrovía es estratégica: por allí circula aproximadamente el 80% de las exportaciones argentinas, estimadas en cerca de 60000 millones de dólares anuales. En el diseño de la concesión el Estado pretende mantener control regulatorio mientras terceriza la operativa a privados.


Postores y exclusiones

Entre los interesados figuran compañías que participaron del proceso anterior: las belgas Jan De Nul (ex concesionaria) y Dredging International (DEME), y las neerlandesas Boskalis y Van Oord. En cambio, la estatal china Shanghai Dredging Company (SDC) será excluida desde el inicio por la decisión del Ejecutivo de no permitir empresas con control estatal extranjero, una medida alineada con la postura de la administración y con la simpatía de Estados Unidos respecto a infraestructura estratégica.

DEME emitió un comunicado en apoyo a un proceso «transparente» y con «consenso», y ese respaldo fue recogido por el ministro Caputo como una señal favorable hacia la relicitación. La empresa belga fue la única que presentó oferta formal en la licitación anulada en febrero, por lo que su posicionamiento tiene valor público y comercial en la negociación.


Magnitud económica y apuestas

El negocio de la concesión de dragado y balizamiento proyecta dejar, según cálculos oficiales y del sector, más de 7500 millones de dólares en 30 años para quien resulte adjudicatario. Esa cifra explica el interés de grandes contratistas europeos y la atención de las grandes exportadoras agroindustriales —Cofco, Cargill, Louis Dreyfus, Bunge y la argentina AGD— que son las principales usuarias de la vía navegable.

La concesión deberá también contemplar garantías operativas y ambientales, estándares de servicio y cláusulas que reduzcan la posibilidad de fricciones con las provincias ribereñas y con los países vecinos (Brasil y Paraguay) que usan la Hidrovía para sus exportaciones.


Riesgos y puntos a vigilar

  • Transparencia en los pliegos: evitar ambigüedades que puedan derivar en cuestionamientos judiciales o políticos.
  • Condiciones para excluir empresas estatales: pueden generar réplicas diplomáticas o comerciales.
  • Contrato y control estatal: cómo se articulan tarifas, inversiones y penalidades para asegurar continuidad del servicio.

Próximos pasos

El Gobierno aspira a publicar pliegos con consenso técnico antes de fin de año y adjudicar la concesión en el primer semestre de 2026. La potencial llegada de operadores con experiencia internacional podría agilizar las obras y el mantenimiento, pero dependerá de la negociación final sobre tarifas, plazos de inversión y exigencias ambientales.

Fuente: Clarín