La luz, el láser y el futuro: perlas del Nobel Serge Haroche en Buenos Aires

Un Nobel de Física sobre ciencia, innovación y el papel del láser
El físico Serge Haroche, premio Nobel de Física 2012, participó en Buenos Aires en el ciclo “El rol de la ciencia en el desarrollo de las sociedades modernas” y destacó a la ciencia como motor esencial para las sociedades modernas, explicó cómo nació el láser y repasó algunas de sus aplicaciones futuras.
Encuentro organizado entre academias científicas
El cierre del ciclo fue organizado por la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ANCEFN), la Academia Nacional de Ciencias de Argentina y la Academia de Ciencias de Francia. Estas instituciones promueven la divulgación científica y el intercambio académico: la ANCEFN reúne a investigadores nacionales en disciplinas exactas y busca vincular la ciencia con políticas públicas y educación.
Sobre Serge Haroche y su aporte
Serge Haroche obtuvo el premio Nobel de Física en 2012, reconocimiento por métodos experimentales que permiten medir y manipular sistemas cuánticos individuales (compartido con David J. Wineland). En su paso por Buenos Aires puso el foco en la necesidad de fortalecer la cultura científica y en la contribución de las tecnologías ópticas, entre ellas el láser, al desarrollo tecnológico y social.
El nacimiento del láser y sus aplicaciones
En la charla Haroche repasó el origen del láser como una herramienta que revolucionó múltiples campos —desde las telecomunicaciones hasta la medicina— y describió su potencial para las próximas décadas. Si bien la historia precisa del invento incluye aportes de varios investigadores y el primer dispositivo funcional data de principios de la década de 1960, la observación central del Nobel fue cómo las tecnologías basadas en la manipulación de la luz se integran hoy en procesos productivos, diagnósticos y sistemas de medición de alta precisión.
Ciencia como motor social y educativo
Uno de los puntos reiterados por Haroche fue que la ciencia no solo produce conocimiento sino que alimenta capacidades técnicas y críticas necesarias para las sociedades modernas. En ese sentido, enfatizó la importancia de la formación científica desde niveles tempranos y de políticas que sostengan la investigación básica y aplicada. La participación de academias nacionales subrayó la dimensión institucional del reclamo: sostener centros de investigación y redes colaborativas es clave para aprovechar avances como los vinculados al láser y la óptica cuántica.
Impacto regional y próximas etapas
El paso de un científico de perfil Nobel por Buenos Aires es también una oportunidad para fortalecer vínculos internacionales y transferir experiencias: desde la formación de recursos humanos hasta la cooperación en proyectos de infraestructura científica. Para el público asistente, la charla ofreció una síntesis sobre por qué tecnologías que parecen abstractas terminan imprimiendo cambios palpables en industrias, salud y comunicaciones.
Fuentes: Infobae
