Domingo, 28 Diciembre 2025
Cierre de 2025 y efectos en el empleo y la pobreza

La pobreza no afloja y el empleo formal sigue débil en 2025

El cierre de 2025 mostró un estancamiento: la pobreza se mantiene alta y el empleo formal no crece lo suficiente. Especialistas del ODSA advierten que la baja de la inflación no recuperó el poder adquisitivo y que la informalidad sigue siendo la salida para muchos hogares.
Calles y comercios en La Plata durante el cierre de 2025
Calles y comercios en La Plata durante el cierre de 2025

Estancamiento social al cierre de 2025: pobreza y empleo en el centro del debate

El cierre de 2025 dejó un panorama donde la pobreza se mantiene elevada y la creación de empleo formal no alcanza para absorber a quienes buscan trabajo. Expertos advierten que la relativa estabilización macroeconómica del año no se tradujo en mejoras sostenidas del ingreso y que la informalidad laboral continúa siendo una salida habitual para muchos hogares.


Diagnóstico de los especialistas

Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), señaló que el rebote económico inicial se agotó y que las mejoras macro no alcanzaron para generar empleo de calidad. "Se esperaba que el proceso económico aportara una recuperación capaz de reducir de manera más genuina la pobreza y la indigencia, pero ese impulso se frenó", dijo Salvia en declaraciones recogidas por la crónica.

El ODSA y otras consultoras privadas estiman una pobreza en torno al 27%–28% en el tercer trimestre de 2025. Salvia también advirtió que la reducción aparente de desempleo puede esconder una recomposición hacia formas precarias de trabajo: muchas changas y tareas informales aparecen en los registros como actividad económica, pero no implican estabilidad ni cobertura social.


El fenómeno de la "uberización" y la informalidad

En varios sectores se observa una expansión de actividades por cuenta propia o por contrato temporal que reproducen la lógica de plataformas y servicios a demanda. El sociólogo describió este proceso como una "uberización" del mercado laboral: trabajadores que realizan changas, manejan vehículos como remises o venden productos de manera informal para sostener los ingresos familiares.

Según los datos disponibles en los informes sectoriales, los empleados informales perciben ingresos sensiblemente menores que los registrados. El contraste entre empleo registrado e informal es una de las claves para entender por qué la estabilización macroeconómica no se traduce de inmediato en mayor consumo ni en mejora del nivel de vida.


Causas estructurales y sectores en retroceso

El estancamiento del mercado laboral responde, en parte, a la falta de inversión en sectores intensivos en empleo, como la industria, la construcción y el comercio. La demanda interna se mantuvo débil y la caída del consumo frenó la expansión de puestos formales. A esto se suma la presión sobre los ingresos reales: aunque la inflación mostró una tendencia a la baja, la recomposición del poder adquisitivo fue limitada.

El resultado es una mayor presión sobre los hogares de menores ingresos y una segmentación del mercado laboral donde la recuperación no alcanza a las franjas más vulnerables.


Implicancias sociales y políticas

El escenario plantea riesgos de mediano plazo: persistencia de la pobreza, saturación de actividades informales y dificultades para revertir la desigualdad laboral. El debate público se concentra ahora en las medidas necesarias para incentivar la formalización, reactivar la inversión productiva y mejorar la protección social para quienes quedan fuera del empleo registrado.

Los analistas destacan que las expectativas creadas al inicio del período no se cumplieron en términos distributivos y que las políticas públicas deberán combinar incentivos a la creación de empleo con medidas para aumentar la demanda agregada y sostener el poder adquisitivo.


Qué dicen las cifras y qué conviene mirar en 2026

Además de las estimaciones del ODSA, otras fuentes oficiales y privadas seguirán publicando datos sobre pobreza, empleo e ingreso en los próximos trimestres. Será clave observar si la creación de empleo registrado logra acelerarse, si la inversión privada se reactiva y cómo evolucionan los salarios reales frente al costo de vida.

En ese marco, la política económica y las decisiones sobre deuda y gasto público serán determinantes para el rumbo del mercado laboral y para la capacidad del país de reducir la pobreza de manera sostenida.


Fuentes: El Día (La Plata), Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) - UCA.