Miércoles, 12 Noviembre 2025
Fenómeno global entre niñas y preadolescentes

Las guerreras K-Pop: el fenómeno de Netflix que llegó a los Grammy

Cómo el film animado que mezcla K‑Pop, acción y empoderamiento femenino se convirtió en la película original más vista de Netflix; la banda sonora sumó cuatro temas en el Top 10 del Billboard y logró cinco nominaciones al Grammy. El fenómeno desencadenó fandom infantil, merchandising y espectáculos no oficiales, y también reaparecieron las preguntas sobre disciplina, estereotipos y exigencias de la industria.
Póster de Las guerreras K-Pop con las tres protagonistas
Póster de Las guerreras K-Pop con las tres protagonistas

Por qué las niñas, los preadolescentes y el fandom global no paran de hablar de Las guerreras K‑Pop

Desde su estreno en Netflix, Las guerreras K‑Pop se transformó en un caso testigo de la expansión del K‑Pop global: banda sonora con cuatro temas en el Top 10 del Billboard Hot 100 y cinco nominaciones a los Grammy, merchandising masivo y una respuesta emocional intensa en niñas y preadolescentes. Esa combinación —entre música, acción y estética— explica gran parte del fenómeno, pero también abre preguntas sobre las exigencias detrás del brillo.

Un relato que mezcla música, acción y pertenencia

La película cuenta la historia de tres jóvenes estrellas que, además de cantar y bailar, son cazadoras de demonios. Esa doble identidad —ídolas pop y heroínas— potencia mensajes de amistad, esfuerzo y empoderamiento femenino que resultan especialmente atractivos para públicos jóvenes. Las coreografías, los peinados y las canciones se reproducen en recreos, cumpleaños y espectáculos “no oficiales”; incluso se anunciaron funciones inspiradas en el filme en salas como el teatro Gran Rex.

Hallyu: el contexto detrás del éxito

Especialistas señalan que el impacto de la película debe leerse dentro del movimiento Hallyu u ola coreana: una estrategia cultural que, durante tres décadas, articuló al Estado surcoreano con grandes agencias de entretenimiento para proyectar identidad nacional a través de música, series y cine. La socióloga Florencia Paparone explica que esa estructura incluye redes digitales, comunidades de fans y mensajes emocionales que conectan con públicos diversos; la película capitaliza esos recursos y los adapta a audiencias que quizá no venían consumiendo K‑Pop previamente.

Fandom y desplazamiento generacional

El interés por Las guerreras K‑Pop se extendió más allá del público objetivo: adultos jóvenes valoran la disciplina y la calidad visual, adolescentes buscan identidad y comunidad en el fandom, y niñas de 8 a 12 años consumen la estética y las canciones como modelos a seguir. La socióloga e investigadora del CONICET Marina Moguillansky observa que productos pensados para 12 o 13 años terminan siendo consumidos por edades más bajas, lo que plantea desafíos para el acompañamiento familiar y educativo.

Fuente: Billboard y Premios Grammy, periodo: 2025

Luces: empoderamiento y comunidad

Psicólogos y especialistas en desarrollo infantil destacan que la película ofrece modelos femeninos que actúan, deciden y lideran; muestra vulnerabilidad y cooperación, y puede servir como incentivo para la autoestima y la pertenencia. La licenciada Melina González Paulos destaca que, bien acompañada, la fascinación por estas figuras puede transformarse en valoración del esfuerzo, la autenticidad y las relaciones reales.

Sombras: disciplina extrema, estereotipos y comercialización

Al mismo tiempo, varias voces alertan sobre los límites del relato. Paparone subraya que la obra no problematiza muchos de los moldes del K‑Pop: la disciplina extrema, los estándares estéticos de delgadez y piel clara, y el control de las agencias sobre la vida privada de los idols. Ese sistema ha mostrado costos emocionales documentados en otros títulos (por ejemplo, documentales disponibles en Netflix sobre grupos reales) y plantea riesgos cuando la admiración se convierte en comparación social o en relaciones parasociales intensas.

Un llamado al acompañamiento crítico

Especialistas coinciden en que la respuesta adecuada no es prohibir sino acompañar. Señalan la importancia de ayudar a niñas y adolescentes a distinguir entre la fantasía escénica y las condiciones reales de trabajo en la industria: reforzar el valor del esfuerzo y de la comunidad, promover una mirada crítica sobre el consumo y limitar la exposición a contenidos o productos comerciales que puedan alimentar comparaciones perjudiciales.

¿Qué deja el fenómeno?

Las guerreras K‑Pop funciona como espejo de una cultura que celebra la fuerza femenina y la camaradería, pero que también opera dentro de una maquinaria de perfección y mercado. Su éxito muestra cómo el K‑Pop se adapta y se inserta en audiencias nuevas; su desafío es que ese brillo no oculte las tensiones reales que acompañan al género.


Fuentes: Clarín