Los puntos clave del acuerdo entre Milei y Trump

Acuerdo Milei-Trump: ejes comerciales, regulatorios y digitales
El acuerdo Milei-Trump presentó en noviembre de 2025 una agenda amplia que incluye acceso a mercados, reconocimiento recíproco de certificaciones, ajustes en propiedad intelectual y normas sobre transferencia de datos y firma digital.
El comunicado conjunto plantea una agenda de cooperación orientada a remover barreras comerciales, alinear estándares regulatorios y promover inversiones entre Estados Unidos y Argentina. El objetivo declarado es posicionar a la Argentina como un socio estratégico en la región y facilitar el flujo de bienes, servicios y tecnologías.
1) Acceso a mercados y comercio
Uno de los ejes es ampliar el comercio bilateral mediante la reducción de trabas técnicas y no arancelarias y el reconocimiento mutuo de certificaciones. Eso busca acelerar exportaciones argentinas hacia mercados norteamericanos y simplificar controles para importaciones, aunque la implementación dependerrá de normas técnicas, certificaciones y, en algunos casos, ajustes legales en ambos países.
2) Propiedad intelectual y estándares internacionales
El acuerdo propone elevar el marco de propiedad intelectual en Argentina a estándares internacionales, con el fin de proteger patentes, marcas y obras digitales. Para alcanzar esos estándares será necesario desarrollar normativa local y capacidades administrativas para registro y control, algo que típicamente requiere reformas legislativas y períodos de adecuación para empresas y universidades.
3) Datos, firmas digitales y economía digital
Otro punto central es la regulación sobre transferencia de datos y la interoperabilidad de firmas digitales. La intención es facilitar la circulación segura de información y la validez transfronteriza de documentos electrónicos, lo que llevaría a cambios en la protección de datos personales y en la infraestructura legal y tecnológica de servicios digitales en Argentina.
4) Inversiones y clima de negocios
El comunicado incluye medidas para promover inversiones estadounidenses en sectores estratégicos argentinos. Eso suele traducirse en compromisos relativos a transparencia regulatoria, trato no discriminatorio para inversores y mecanismos de resolución de disputas. La concreción de inversiones dependerá, sin embargo, de la percepción de riesgo país, estabilidad normativa y condiciones macroeconómicas.
5) Implementación y controles parlamentarios
Si bien el acuerdo es un marco político entre ejecutivos, su implementación práctica puede requerir cambios legislativos y ajustes regulatorios en Argentina. Eso implica que el Congreso y organismos reguladores desempeñarán un rol clave al adaptar normas, aprobar leyes o convalidar aspectos que modifiquen marcos existentes.
Posibles efectos y objeciones
Los defensores señalan que el acuerdo podría aumentar exportaciones, atraer inversiones y modernizar normativas. Sus críticos advierten riesgos de dependencia económica, presiones sobre políticas públicas y la necesidad de garantizar que las reformas beneficien también a proveedores locales y a la industria nacional. Además, temas sensibles como propiedad intelectual y transferencia de datos suelen generar debates sobre soberanía digital, impacto en pymes y acceso público a medicamentos y conocimiento.
Qué sigue
El anuncio marca el inicio de etapas técnicas para acordar protocolos, memorandos y posibles convenios sectoriales. El ritmo de avance dependerá de negociaciones técnicas entre ministerios, cámaras empresarias y contrapartes estadounidenses, y de los procedimientos internos de cada país para incorporar compromisos a su ordenamiento jurídico.
Fuente: Infobae (análisis)
