Viernes, 26 Diciembre 2025
Secret Santa entre pilotos y gestos de camaradería

Los regalos navideños en la Fórmula 1: Colapinto y su obsequio con sello argentino

Franco Colapinto sorprendió en el Secret Santa de la F1 con una remera con un oso vestido de argentino para Oliver Bearman; él recibió un Funko Pop de Yuki Tsunoda.
Franco Colapinto en el paddock de Fórmula 1 durante un Gran Premio
Franco Colapinto en el paddock de Fórmula 1 durante un Gran Premio

Secret Santa en la F1: tradición, risas y algún gesto con identidad nacional

Franco Colapinto, presente otra vez en el intercambio navideño de la Fórmula 1, sorprendió con un obsequio con sello argentino destinado a Oliver Bearman: una remera negra que llevaba la imagen de un oso —alusión al apellido del inglés— con una camiseta argentina. El gesto sintetiza la mezcla de camaradería, humor y marca personal que caracteriza al Secret Santa del Gran Circo.


El juego del amigo invisible entre pilotos se desarrolla en la F1 desde 2017 y cada edición combina regalos pensados, bromas privadas y soluciones pragmáticas (algunos aprovechan sponsors y merchandising de equipo). En el caso de Colapinto, el regalo para Bearman fue entregado oficialmente durante el Gran Premio de Abu Dhabi y no tardó en confirmarse la autoría: el inglés adivinó sin problemas el nombre de su Secret Santa.

¿Qué recibió el piloto argentino a su vez? Yuki Tsunoda le regaló un Funko Pop, la figura coleccionable de diseño reconocible por su cabeza grande y ojos saltones. Al abrirlo en la pista, Colapinto bromeó: “Me encantaría tener uno de estos... mío claro”, en una muestra de humor que se repite en estas ceremonias y que sirve para acercar distintas generaciones de pilotos dentro del paddock.

El año anterior, Colapinto había sido receptor de un presente original: Carlos Sainz le había enviado plastilinas y un rompecabezas; el argentino respondió construyéndole un monoplaza con colores argentinos y descartando simbólicamente la plastilina roja asociada a Ferrari. Esos intercambios revelan cómo el Secret Santa funciona también como una pequeña ventana a las relaciones entre pilotos, con guiños personales, recuerdos de la infancia y chistes internos.

Hubo otras entregas destacadas en la última edición. Nico Hülkenberg regaló a Fernando Alonso un bastón, en tono festivo por la condición del español como uno de los pilotos de mayor edad en la grilla. George Russell y Kimi Antonelli optaron por recursos licenciados: camisetas oficiales y equipamiento con la marca de sus escuderías; Pierre Gasly recibió de Antonelli un kit para pádel; Gabriel Bortoleto le dio a Tsunoda un juego de ping pong; y en varios paquetes se repitieron los libros, como el título que Leclerc recibió de Gasly sobre cómo ser un buen esposo, en alusión a su compromiso reciente.

Los presentes suelen mezclar lo práctico con lo simbólico: relojes despertadores para compañeros puntuales, sets de cocina o coleccionables vinculados a la carrera y a la infancia de los pilotos. Lando Norris recibió un póster de Alex Albon niño, gesto que conmovió por su ternura; Oscar Piastri dio a Esteban Ocon un set temático de Spiderman; y Lance Stroll fue generoso con un pack playero para Carlos Sainz que incluyó paletas y protector solar.

En definitiva, el Secret Santa de la F1 funciona como una tradición que humaniza el ambiente profesional: permite ver versiones más descontracturadas de figuras de alta competencia y genera material liviano para redes y crónicas de fin de año. Para Colapinto, joven y en crecimiento dentro de la categoría, el obsequio con identidad argentina fue también una manera de dejar huella cultural entre colegas.


Fuentes:

Clarín — Deportes: Regalos navideños en la Fórmula 1