Milei ratifica bandas cambiarias para el dólar hasta las presidenciales de 2027

El presidente reafirmó la vigencia de las bandas cambiarias y defendió su plan económico
El presidente Javier Milei confirmó en una entrevista con Financial Times que su administración mantendrá el sistema de bandas de fluctuación para el peso frente al dólar al menos hasta las elecciones presidenciales de 2027. Según la nota, la medida forma parte de la estrategia para «controlar la volatilidad crónica de la economía argentina» y evitar saltos abruptos en el tipo de cambio.
Qué son las bandas cambiarias y por qué se usan
Las bandas cambiarias son un mecanismo de intervención en el mercado de cambios que establece límites superiores e inferiores dentro de los cuales puede oscilar la cotización del tipo de cambio. El objetivo es ofrecer una referencia y reducir la volatilidad, permitiendo ajustes graduales en lugar de movimientos bruscos que afectan precios, contratos y expectativas. En el contexto argentino, las bandas buscan contener episodios de corrida y dar previsibilidad mientras el Gobierno implementa otras reformas fiscales y estructurales.
Lo que dijo Milei y cómo lo justificó
En la entrevista, Milei aseguró que «tenemos un programa y lo vamos a mantener» y señaló que las bandas «están diseñadas para ampliarse con el tiempo» hasta que «llegue el momento en que ya no serán relevantes». También vinculó el programa a medidas internacionales que, según él, ayudaron a evitar una corrida cambiaria, como la inyección de u$s 2.000 millones desde el Tesoro estadounidense.
El presidente defendió su estrategia ante las críticas de economistas locales que advirtieron sobre una supuesta sobrevaloración del peso y se cuestionó públicamente a quienes lo critican. En el diálogo con el medio británico, Milei también habló del respaldo financiero de Washington y lo describió como una señal de confianza internacional hacia su administración.
Implicancias macroeconómicas y horizonte temporal
El equipo presidencial proyecta que las reformas en curso —en particular las laborales y tributarias— comenzarán a dar resultados observables en 2026, y Milei mencionó expectativas de crecimiento del PBI entre 7% y 10% para ese año. Mantener bandas hasta 2027 implica que la transición hacia un régimen cambiario más flexible sería gradual y condicionada por la evolución de la inflación, reservas y la confianza de los mercados.
Los críticos advierten que sostener un cepo implícito o una pauta de intervención prolongada puede acumular presiones en el mercado paralelo, afectar a los importadores y exportadores, y demorar la formación de un tipo de cambio único y transparente. Por su parte, el oficialismo plantea que la prioridad es evitar episodios cambiarios abruptos que profundicen la crisis.
Contexto internacional y política exterior
En la entrevista el presidente también hizo declaraciones sobre la nueva correlación geopolítica, afirmando que Estados Unidos busca reafirmar liderazgo en la región frente al avance de China y que Argentina puede ocupar un rol destacado dentro de esa lógica. Vinculó además la cooperación financiera con Washington a una «etapa de cooperación hemisférica» que, según él, respalda las reformas económicas del Gobierno.
Qué sigue y riesgos a monitorear
- Mercados cambiarios: la evolución del tipo de cambio oficial y del paralelo, la oferta de divisas y los flujos de capital.
- Inflación: si la inflación no cede, las bandas pueden volverse insostenibles y requerir ajustes más abruptos.
- Reservas y apoyo externo: la continuidad de instrumentos financieros internacionales y la percepción de inversores son claves para mantener el esquema.
- Legislación: las reformas anunciadas en el Congreso (laboral y tributaria) condicionarán la capacidad del Gobierno para sostener su pronóstico de crecimiento.
Para los orígenes y la lógica de las bandas: históricamente, los regímenes de bandas fueron utilizados en distintos países como paso intermedio entre un anclaje fijo y la flotación libre. En Argentina, las medidas cambiarias suelen estar muy condicionadas por episodios de crisis financiera y por la necesidad de administrar expectativas en un mercado con alta dolarización de precios y activos.
Fuentes: El Intransigente
