Milei vuelve a Washington: sorteo del Mundial, discurso ante empresarios y la expectativa por un acuerdo comercial

Agenda y objetivos: comercio, inversiones y la imagen internacional
El presidente Javier Milei viajará a Washington el 5 de diciembre para participar del sorteo del Mundial 2026 y para dar una disertación ante la Cámara de Comercio de Estados Unidos; en el centro de la gira está la negociación del acuerdo comercial bilateral que el Gobierno anunció semanas atrás.
Será la quinta visita de Milei a Estados Unidos en el año y llega con dos ejes claros: buscar inversiones y avanzar en acuerdos que permitan consolidar la apertura económica impulsada por el Ejecutivo. El paquete de negociaciones incluye capítulos sobre aranceles, barreras no arancelarias, propiedad intelectual, comercio digital, empresas estatales y estándares laborales y ambientales.
Eventos clave y actores
El calendario del 5 de diciembre combina un acto deportivo y otro económico: por la tarde el sorteo del Mundial 2026 en el Kennedy Center —un evento global que contará con la presencia de figuras de la FIFA y que será televisado internacionalmente— y, antes o después según la agenda fina, la charla en la Cámara de Comercio de EE. UU., presentada por Suzanne Clark, CEO de la entidad. Ese encuentro reunirá a funcionarios de ambos países y a ejecutivos de multinacionales interesados en oportunidades en energía, minería y otros sectores estratégicos.
Fuentes oficiales indican que la firma del acuerdo marco con Estados Unidos, anunciada el 13 de noviembre, podría concretarse durante la gira, pero no está garantizada. Afectan los tiempos técnicos de revisión, el feriado de Acción de Gracias y la agenda de actores clave, entre ellos el expresidente Donald Trump, cuya presencia en los actos se ha mencionado y que genera a su vez incertidumbres políticas.
Qué incluye el acuerdo y qué implicaría
Según la Casa Blanca, el acuerdo busca fortalecer y equilibrar la alianza económica. Sus posibles beneficios para la Argentina pasarían por mayor acceso a mercados, inversiones en sectores como energía y minería, y respaldo para reformas que el Gobierno promueve internamente, como el Régimen de Inversiones y Gobierno Industrial (RIGI). No obstante, la letra fina del acuerdo tendrá que compatibilizarse con las leyes locales de ambos países, lo que implica negociaciones técnicas y plazos.
El Ejecutivo argentino espera que el pacto funcione como una vidriera para inversiones y como un respaldo internacional al rumbo económico. Para las empresas, un marco bilateral claro puede reducir la incertidumbre y facilitar decisiones de inversión a mediano plazo. Para la sociedad, en cambio, los efectos reales dependerán de cómo se implementen capítulos sensibles como los de estándares laborales, medioambientales y el tratamiento de empresas estatales.
Diplomacia económica en acción
En paralelo a la agenda pública, la diplomacia económica se intensificó en Washington: el canciller Pablo Quirno mantuvo reuniones con compañías como Chevron, Cargill, Glencore, AstraZeneca, Mastercard, Boeing y General Motors. El objetivo es abrir líneas de diálogo que permitan convertir anuncios en compromisos concretos de inversión y acuerdos comerciales sectoriales.
El Gobierno busca que la visita funcione como «vidriera» para el programa de reformas que impulsa en el país. Para eso necesita mostrar señales consistentes: no sólo la firma de un acuerdo marco, sino avances prácticos que permitan a las empresas evaluar oportunidades reales en proyectos de energía, minería y cadenas de valor industrial.
Riesgos y condicionantes
La concreción de un acuerdo y su impacto económico no están asegurados. Entre los factores que pueden retrasar o condicionar la firma aparecen las revisiones técnicas, los tiempos legislativos y las prioridades políticas en Washington, que en diciembre están afectadas por feriados y por la inestabilidad política interna del propio Estados Unidos. Además, la opinión pública y actores sindicales domésticos pueden cuestionar ciertos puntos, especialmente si consideran que la liberalización podría afectar empleo o regulaciones sociales.
Balance preliminar
La gira de Milei a Washington mezcla expectativas diplomáticas, económicas y simbólicas. Por un lado, la presencia en el sorteo del Mundial representa visibilidad global; por otro, la reunión con la Cámara de Comercio y los contactos con grandes empresas buscan traducir ese protagonismo en inversiones y acuerdos prácticos. La posibilidad de firmar el acuerdo comercial existe, pero su concreción dependerá de negociaciones técnicas y de consensos políticos en ambos lados.
Si se firma, habrá que seguir de cerca cómo se implementan los compromisos y qué mecanismos de seguimiento y compensación incluye el acuerdo para proteger sectores vulnerables. Si no se firma, la visita seguirá siendo relevante por la exposición internacional y las reuniones con empresas que pueden derivar en anuncios sectoriales menos ambiciosos pero igualmente útiles.
Fuente: El Economista
