Lunes, 17 Noviembre 2025
Concentración en energía sigue marcando la agenda

Montamat: "Los monopolios energéticos siguen marcando la agenda"

En el seminario anual del Instituto Mosconi, Eduardo Montamat (Comisión Nacional de Defensa de la Competencia) advirtió que la concentración en los mercados de energía persiste por fallas regulatorias y falta de coordinación entre entes reguladores y la autoridad de competencia. Recomendó modelos de colaboración y señaló que la nueva Autoridad de la Competencia debe aportar mayor seguridad jurídica.
Eduardo Montamat en el seminario del Instituto Mosconi
Eduardo Montamat en el seminario del Instituto Mosconi

La concentración empresarial en energía, un problema con raíces regulatorias

Eduardo Montamat, presidente de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, advirtió en el seminario anual del Instituto Mosconi que la persistencia de monopolios y altos grados de concentración en los mercados energéticos siguen condicionando la agenda pública y la inversión. Montamat sostuvo que los problemas en el sector son en buena medida de carácter regulatorio y reclamó más coordinación entre los entes reguladores y la autoridad de competencia.

Un diagnóstico repetido

Durante su exposición, Montamat recordó trabajos históricos sobre concentración y absorción de empresas y señaló que —en su diagnóstico— muchas de las discusiones que hoy se plantean en el sector energético remiten a debates abiertos desde fines de los años 90. Afirmó: “A veces parece que seguimos debatiendo los mismos temas que en 1998”, y subrayó que la regulación juega un rol central en la generación de distorsiones competitivas.

Regulación, coordinación y modelos internacionales

Montamat repasó distintos esquemas de coordinación entre autoridades regulatorias y autoridades de competencia que se aplican en otros países: mencionó el sistema inglés, con agencias independientes que colaboran; el modelo español, con una autoridad unificada; y los arreglos latinoamericanos, incluyendo el brasileño, basados en convenios de colaboración. Su conclusión central fue que en Argentina no se ha alcanzado la interacción profunda necesaria entre reguladores sectoriales y la Autoridad de la Competencia.

En el ámbito energético, esa falta de integración puede traducirse en autorizaciones, concesiones o decisiones regulatorias que no incorporan una mirada competitiva exhaustiva, lo que facilita la persistencia de posiciones dominantes o la reducción efectiva de rivales.

Procedimientos y obstáculos

La normativa vigente obliga a la autoridad de competencia a solicitar informes a los entes reguladores antes de resolver sobre concentraciones o conductas en mercados regulados como el gas y la electricidad. Montamat admitió que en la práctica muchas consultas no reciben respuestas o no generan la integración institucional necesaria, lo que limita la capacidad de prevenir prácticas monopólicas.

La nueva autoridad y la previsibilidad para inversores

Montamat adelantó que la creación de la nueva entidad (la Autoridad de la Competencia) busca reforzar la supervisión sobre fusiones y prácticas dominantes en el sector energético. Según explicó, uno de los objetivos es brindar mayor seguridad jurídica y previsibilidad para los inversores, pero para que eso funcione será indispensable mejorar los mecanismos de coordinación operativa y de intercambio de información con los entes reguladores sectoriales.

Impactos concretos

La concentración en servicios públicos y energía tiene efectos directos sobre precios, calidad del servicio y posibilidades de entrada de nuevos competidores. Si los marcos regulatorios facilitan la formación o el mantenimiento de grandes posiciones de mercado, se reduce la presión competitiva sobre inversiones, tarifas y la adopción de nuevas tecnologías. Montamat insistió en incorporar principios de competencia en la regulación para garantizar mercados más abiertos.

Qué cambió y qué falta

Entre las propuestas implícitas en su diagnóstico aparecen la necesidad de protocolos claros de intercambio entre la Autoridad de la Competencia y reguladores (por ejemplo, ENRE para electricidad o ENARGAS para gas), plazos acotados para las respuestas, y criterios técnicos compartidos para evaluar concentraciones. Montamat también puso el acento en la importancia de modelos comparados para diseñar instrumentos adaptados a la realidad argentina.


Contexto adicional: La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia es el organismo encargado de supervisar y sancionar prácticas anticompetitivas en la Argentina. El Instituto Mosconi es un espacio de debate y análisis sobre política energética y recursos naturales donde participan especialistas, funcionarios y actores del sector.


Fuente: El Economista