Nuevos dólares: el plan de incentivos a exportaciones que prepara el Gobierno para 2026

El Gobierno diseña medidas por actividad para impulsar exportaciones y sumar reservas
Frente a vencimientos de deuda y compromisos con el FMI en 2026, el Gobierno trabaja en un plan para profundizar las exportaciones y sumar dólares; la iniciativa, que apunta a alivios fiscales y medidas por actividad, se estudia en equipos técnicos con Carolina Cuenca como referente y combina herramientas sectoriales y cambios administrativos como la conversión a dólares de saldos vinculados a reintegros.
Por qué surge el plan y cuál es su objetivo
La propuesta busca atenuar la presión sobre las finanzas públicas por los pagos previstos en 2026 y fortalecer la entrada de divisas. Tras la volatilidad del período preelectoral y sin los u$s 20.000 millones que algunas fuentes esperaban, el Gobierno concentra ahora el esfuerzo en aumentar ventas al exterior mediante incentivos focalizados por actividad y alivios tributarios para exportadores.
Contexto reciente de comercio exterior
Hasta octubre, las importaciones crecieron 28,9% interanual, totalizando u$s 64.658 millones, mientras que las exportaciones aumentaron 8,1% interanual, con u$s 71.487 millones. Aunque el saldo comercial proyectado para 2025 sería positivo por cerca de u$s 8.000 millones —apoyado en mayor salida de soja y energía— existen desequilibrios sectoriales: por ejemplo, la industria automotriz registra alzas de importaciones y caídas en las ventas externas, y el sector autopartista muestra un déficit creciente.
Qué medidas evalúan y cómo se aplicarán
Según fuentes del sector privado consultadas por la prensa, el plan no se anunciaría como una medida única, sino que se implementaría por actividades. El eje central es alivio fiscal: baja o eliminación de derechos de exportación en sectores con potencial de divisa, revisión de reintegros y ajustes en regímenes que afectan la competitividad. También se analiza mejorar la devolución de impuestos vinculados al comercio exterior y acelerar el pago de reintegros pendientes.
Un cambio administrativo anunciado por ARCA permite convertir a dólares saldos de libre disponibilidad vinculados a impuestos nacionales asociados a importaciones y exportaciones, así como reintegros pendientes de cobro. Esa resolución despertó críticas: la Cámara de Exportadores (CERA) consideró que la medida reconoce dificultades en el cumplimiento de deuda con exportadores y expresó preocupación por demoras y aumentos en los montos adeudados.
Reacciones del sector privado
Empresarios y cámaras reclaman estabilidad en las reglas de juego, reducción de la “mochila” tributaria sobre productos con valor agregado y equidad frente a competidores internacionales. La Unión Industrial Argentina y cámaras sectoriales plantean además la necesidad urgente de inversiones en infraestructura logística: ferrocarril de cargas, red vial y aumento de capacidad en la vía navegable troncal y en terminales para atender un posible salto de volumen.
Para la industria automotriz y autopartista, el desequilibrio entre importaciones y exportaciones es alarmante: importaciones que aumentan con fuerza y exportaciones que, en varios casos, caen o avanzan muy por debajo de las necesidades para sostener empleo y producción local.
Cuellos de botella y desafíos logísticos
Fuentes privadas advirtieron que la vía navegable funciona hoy entre 70% y 80% de su capacidad y que el país podría afrontar un crecimiento de la demanda de contenedores hacia 4 o 5 millones de TEUs por año. Sin inversiones en infraestructura, los puertos fluviales podrían quedar relegados a tareas feeder y derivar carga hacia Uruguay o Brasil, con impacto directo en costos y tiempos para exportadores argentinos.
Balance y pasos a seguir
El plan que se rediseña en despachos técnicos parece combinar alivios fiscales por actividad con ajustes administrativos y mejoras en la operatoria del comercio exterior. El impacto real dependerá de la magnitud y rapidez con que se implementen las medidas, del financiamiento disponible y de la capacidad para resolver cuellos de botella logísticos. Para los exportadores, la expectativa central es que la iniciativa mejore la competitividad sin generar distorsiones ni incertidumbres adicionales.
Fuentes: El Cronista
