Pablo Mouche: disciplina, Boca como escuela y la transición a analista televisivo

De jugador a analista: orden, preparación y la escuela que fue Boca
Pablo Mouche repasó su trayectoria y la transición al rol de analista televisivo destacando la disciplina, la agenda personal y la formación que lo acompañó en el cambio de carrera. En la charla explicó cómo la experiencia en Boca Juniors, con su presión mediática y competitiva, funcionó como una “escuela” para afrontar distintos desafíos dentro y fuera de la cancha.
Una carrera con recorrido regional e internacional
Mouche surgió de las divisiones de Estudiantes de Buenos Aires y ganó proyección en Boca Juniors, club donde permaneció entre 2005 y 2012 y con el que obtuvo títulos nacionales y la Copa Argentina 2012. Además, jugó en Argentina y en el exterior: Arsenal de Sarandí, Lanús, Banfield, San Lorenzo, Barracas Central, Atlanta, Kayserispor (Turquía), Palmeiras (Brasil), Estrella Roja (Serbia), Olimpia (Paraguay), Colo-Colo (Chile) y Sud América (Uruguay). Ese recorrido le permitió adaptarse a distintas culturas futbolísticas y exigencias.
Orden y rutina como claves de su rendimiento
En la entrevista Mouche subrayó su hábito de llevar una agenda física como herramienta central para organizar la vida cotidiana: “La dejo en un rincón de la mesa de la cocina y la reviso todas las mañanas”, dijo al relatar cómo combina el rol familiar con la rutina profesional. Según explicó, esa estructuración también fue decisiva durante su carrera: horarios de entrenamiento, descanso, trabajo de gimnasio y kinesiólogo se integraban en un plan que le permitió sostener la constancia.
Lecciones de Boca: presión, aprendizaje y carácter
Sobre su etapa en Boca, el exdelantero describió el club como una “universidad” que obliga a convivir con la lupa mediática y la exigencia de resultados. Afirmó que pasar por un entorno así ayuda a construir personalidad y fortaleza mental: “Si pasás los testeos buenos y malos de Boca, estás preparado para todo”, señaló, al tiempo que comparó la experiencia con la presión de jugar en la Selección. En su relato destacó la importancia de la personalidad para ganarse el respeto de referentes y mantener el lugar en equipos de alta competencia.
Adaptación a equipos y culturas
El recorrido por clubes con públicos y presiones distintas le permitió a Mouche aprender a convivir con distintas expectativas. En Brasil, con Palmeiras, observó una convocatoria masiva y una prensa muy exigente en Sao Paulo; en otros contextos, como clubes “chicos”, dijo que el foco y la lupa mediática son menores, lo que permite mayor margen de error. Esa experiencia multisectorial le dio herramientas para comprender variantes del fútbol regional e internacional.
La transición a los medios: formación y respeto por el oficio periodístico
Mouche contó que el paso al análisis televisivo se fue construyendo: admitió que hizo cursos de oratoria, comunicación, capacitación como entrenador y gestión deportiva, y que eso le facilitó ocupar un lugar como panelista. Reconoció además el valor de la formación periodística y sostuvo respeto por los profesionales del rubro: “No me considero periodista, soy analista”, dijo, y aclaró que su objetivo es aportar con orden y conocimientos prácticos.
Relación con la prensa y límites
En la entrevista criticó prácticas periodísticas que, según su experiencia, cruzan el límite hacia lo personal. Señaló que la relación entre jugadores y prensa cambió con el tiempo: antes existía un contacto directo y cotidiano; hoy, con agendas y estructuras cerradas, la interacción es más distante. Propuso buscar un equilibrio que permita entrevistas y diálogo sin vulnerar la privacidad ni la integridad de los jugadores.
Vida personal y balance
Mouche compartió detalles de su vida familiar: está en pareja desde hace casi 12 años y es padre de dos hijos (10 y 7 años). Sobre su rol como padre y compañero se autoevaluó con honestidad: dijo que todavía hay aspectos a mejorar, como la paciencia, pero que trabaja en ello. La estructura y la organización que exhibe en lo profesional se repiten en la vida cotidiana y lo ayudan a compatibilizar responsabilidades.
Reflexión final
El paso de jugador a analista fue fruto de una mezcla de predisposición, preparación y experiencias acumuladas en clubes exigentes. Mouche presenta su nueva etapa como un proceso de aprendizaje continuo, en el que la disciplina y la organización que aplicó como futbolista le sirven para comunicar con claridad y sostenerse en un rol mediático que exige rigor y respeto por la audiencia.
Fuente: Infobae - Random
