Recuperación salarial, pero sin un crecimiento firme en el poder adquisitivo
Salarios recuperan terreno frente a la inflación, pero la economía no asegura sostenibilidad
La recuperación salarial registrada en los últimos meses muestra que los ingresos nominales de los trabajadores ganaron terreno frente a la inflación, pero persiste la incertidumbre sobre si ese avance se consolidará en términos reales y sostenidos. Analistas y gremios coinciden en que hay mejoras puntuales en paritarias y en algunos pagos extraordinarios, sin que eso garantice una mejora firme del poder adquisitivo.
Los aumentos acordados en paritarias y las subas de haberes en sectores públicos y privados explican la recomposición parcial de los salarios. Sin embargo, la dinámica inflacionaria, la volatilidad cambiaria y la caída en algunos indicadores de actividad limitan la posibilidad de que esa recuperación se transforme en un proceso estable de crecimiento del consumo y el empleo.
Entre los factores que complican la consolidación figuran la incertidumbre macroeconómica, la presión sobre los precios de alimentos y energía, y la necesidad de que la demanda interna acompañe con mayor impulso. Para que la mejora salarial sea sostenida, los economistas señalan la importancia de una combinación de crecimiento de la producción, estabilidad de precios y políticas públicas orientadas a la inversión y el empleo.
Los gremios reclaman además mayor discusión sobre cláusulas de revisión y mecanismos que permitan ajustar salarios frente a desviaciones inflacionarias, mientras que algunos empresarios advierten sobre el impacto de aumentos acelerados en los costos y la competitividad.
En el plano local, las variaciones en el salario real tienen distinto efecto según la composición del empleo: sectores formales con negociación colectiva muestran avances más claros, mientras que trabajadores informales y monotributistas registran todavía pérdida de poder de compra en muchos casos.
Para los hogares orensanos —y en general para localidades de la provincia— la clave estará en que la recomposición salarial se traduzca en mayor demanda de bienes y servicios en la economía regional, sin que ello se neutralice por aumentos de precios o por una contracción del empleo.
Fuentes: La Voz
