RIGI: inversiones anunciadas y dudas sobre el aporte real de divisas

Qué plantea el régimen y qué dice el Gobierno
El RIGI aparece en los comunicados oficiales como una herramienta para atraer inversiones y divisas. El ministro Luis Caputo y el Palacio de Hacienda celebran proyectos que, sumados, alcanzan más de USD 24.000 millones anunciados este año; sin embargo, el monto mínimo legal garantizado para los primeros años es mucho menor y no asegura un impacto directo en las reservas del Banco Central.
Cómo funciona el piso de ejecución
La normativa del régimen exige que los proyectos desembolsen un porcentaje mínimo del monto comprometido en los primeros dos años: 40% sobre el monto mínimo de inversión. En la práctica esto deja a Caputo con un piso asegurado de alrededor de USD 3.680 millones, que es la suma de los aportes iniciales exigidos para cada iniciativa (por ejemplo, USD 80 millones para un proyecto que declara USD 200 millones y USD 800 millones upfront para proyectos calificados como Proyectos de Exportación Estratégica -PEELP- cuando superan los USD 2.000 millones).
Concentración: cuatro proyectos sostienen el piso
La mayor parte del flujo inmediato de divisas está concentrada. Según la información oficial, el 87% de las divisas que ingresarán “sí o sí” provendrán de solo cuatro iniciativas consideradas troncales: el GNL impulsado por Southern Energy (pool con PAE y Golar), el oleoducto Vaca Muerta Sur (YPF y socios), el proyecto de litio de Río Tinto y el proyecto de cobre Los Azules. En conjunto, esos PEELP aportan un piso de ejecución inmediata de aproximadamente USD 3.200 millones.
El resto de los proyectos y el empleo estimado
Además de los cuatro grandes, hay otros seis proyectos aprobados que suman alrededor de USD 480 millones al piso inmediato: un parque solar de YPF en Mendoza, un parque eólico de PCR y Acindar, la planta siderúrgica de Sidersa, la terminal portuaria de Timbúes y la reactivación de la mina de oro Gualcamayo, entre otros. El Gobierno reporta en sus planillas más de 27.000 puestos vinculados a estos proyectos, pero los analistas advierten que la mayoría corresponden a la etapa de obra civil y son contratos temporarios. Ejemplos citados incluyen picos de contratación como los 9.700 trabajadores en la obra de Timbúes; una vez en operación, muchos de estos proyectos requieren menos personal y mayor tecnificación.
Dólares que pueden quedar fuera de las reservas
Un factor clave es la disponibilidad efectiva de esas divisas: la normativa permite que, en el primer año de inversión, los aportes de capital o préstamos financieros sean de libre disponibilidad. Es decir, las empresas pueden ingresar dólares y mantenerlos en cuentas en el exterior o negociar en mercados financieros alternativos (CCL/MEP) en función de la brecha cambiaria, sin obligación de liquidarlos en el mercado oficial. Además, las liquidaciones por exportaciones vinculadas a estos proyectos tienen plazos escalonados: 100% en el primer año, 20% en el segundo, 40% en el tercero y libres al cuarto año. Ese diseño reduce la garantía de que las divisas vayan directamente a las reservas del Banco Central.
Críticas sobre adicionalidad y efecto fiscal
Mirado con lupa, el régimen incluyó proyectos —especialmente energéticos— que probablemente se hubieran ejecutado aun sin los beneficios fiscales. Esa crítica apunta a que el incentivo fiscal del RIGI puede estar premiando inversiones que ya eran viables por fundamentos de mercado, en lugar de generar adicionalidad real. Además, el modelo no muestra un perfil intensivo en mano de obra una vez finalizada la construcción, lo que limita su potencial de arrastre sobre el consumo masivo y, por ende, sobre la recuperación económica más amplia.
Vencimientos de deuda y la presión sobre las reservas
El Ejecutivo también enfrenta un calendario de vencimientos de deuda en moneda extranjera que, según consultoras citadas por fuentes oficiales, es exigente: en 2026 los pagos previstos rondan los USD 16.707 millones (con USD 7.185 millones al mercado y USD 9.522 millones a organismos internacionales) y en 2027 trepan a USD 20.065 millones, con fuerte peso de multilaterales (USD 12.251 millones). Ese escenario convierte cualquier ingreso de divisas en un dato relevante para los gestores de la política cambiaria y fiscal, aunque no todas las entradas reconocidas por el RIGI se transformen en fortalecimiento de reservas.
Qué puede cambiar con la extensión del régimen
Según fuentes del Ministerio de Economía, en los despachos prevén un decreto para extender la vigencia del régimen. También se anunció (sin desarrollos concretos informados hasta ahora) la intención de ampliar el alcance a proyectos de upstream de petróleo, un paso que requerirá definiciones técnicas y legales adicionales. Extender el régimen podría consolidar expectativas y atraer más proyectos, pero no elimina las restricciones sobre la disponibilidad inmediata de divisas ni garantiza que la mayor parte de las inversiones generen empleo estable o un aporte directo a las reservas.
Conclusión
El RIGI suma anuncios de inversión que son relevantes por montos nominales, pero el impacto real sobre las reservas y el empleo permanente depende de la estructura de desembolsos, la concentración en pocos proyectos y las reglas sobre la liquidación de divisas. Para que esos anuncios se traduzcan en un alivio sostenido para el Central y en dinamismo económico amplio hará falta, además de más proyectos, condiciones que incentiven la liquidación en el mercado oficial y políticas complementarias que favorezcan la generación de empleo estable.
Fuente: Perfil
