San Antonio pisa fuerte: séptimo triunfo al hilo y señales de regreso

Racha de siete victorias y el regreso de una identidad competitiva en la NBA
San Antonio Spurs, con una racha de siete triunfos consecutivos en la NBA, mostró señales claras de recuperación lideradas por la circulación de la pelota y la contribución colectiva; Victor Wembanyama volvió tras una lesión y el equipo ganó 130-110 ante Oklahoma City Thunder.
La victoria por 130-110 sobre Oklahoma City no fue solo un marcador abultado: consolidó la séptima victoria al hilo de San Antonio, la racha activa más larga de la liga. En una noche en la que la ofensiva funcionó con fluidez y la defensa cerró el partido en el último cuarto —43-28—, los Spurs aparecieron con la claridad y la intensidad que les faltaron en las últimas temporadas.
En el plano individual, Keldon Johnson fue uno de los puntos más altos con 25 puntos, seguido por Stephon Castle con 24 y Harrison Barnes con 20. Victor Wembanyama, rostro del proyecto y figura emergente, regresó luego de una lesión y aportó presencia aunque no fue el eje absoluto del equipo. La combinación de varias fuentes de gol fue la receta: en la racha se registraron siete líderes anotadores distintos, lo que refleja cómo la pelota circula dentro del vestuario.
El entrenador del Thunder, Mark Daigneault, reconoció la superioridad de los Spurs y dijo que no todo depende de una sola figura: la lectura del rival confirma la idea central del conjunto texano: balance defensivo, movimiento de balón y aportes repartidos. Esa química colectiva recuerda, en la memoria argentina del básquet, a las épocas en las que Fabricio Oberto y Emanuel Ginóbili pusieron su sello en San Antonio.
Qué significa esta racha para los Spurs
Más allá del optimismo del momento, la racha tiene implicancias concretas: coloca a San Antonio en la conversación alta del Oeste y devuelve una identidad de equipo competitivo. Tras temporadas en las que las derrotas se acumularon y la reconstrucción parecía lenta, este ciclo insiste en otra posibilidad: que el proyecto vuelva a ser referencia en la conferencia.
El detalle táctico que más aparece en los análisis es la circulación de la pelota. El dato de los siete diferentes máximos anotadores en la serie no es casual: indica que los Spurs no dependen de una sola estrella y que el vestuario se organiza para generar ventajas. En ese sentido, la actuación colectiva contrasta con las plantillas que aún buscan cohesionarse en otras plazas de la NBA.
Wembanyama y el futuro
Victor Wembanyama es, para la franquicia, la pieza de mayor proyección. Su vuelta tras un parate es una noticia por sí misma: su presencia modifica defensas rivales y obliga a equipos contrarios a ajustar estrategias. En el partido ante Oklahoma City no fue la figura excluyente, pero su aporte fue significativo en el balance general del equipo. La clave para los Spurs será sostener ese aporte sin convertir a Wembanyama en único eje ofensivo.
Contexto histórico y vínculo con la Argentina
Para el público argentino esta recuperación tiene una resonancia afectiva: las glorias de Fabricio Oberto y Emanuel Ginóbili en San Antonio escribieron una etapa asociada a trabajo, compañerismo y ambición. No se trata de repetir épocas pasadas, sino de reconocer que ciertas conductas —defensa comprometida, orden ofensivo y cohesión— vuelven a asomar en una franquicia que busca volver a ser competitiva.
Qué esperar
Los Spurs no prometen títulos ni declaran rivalidades definitivas; el discurso interno apunta a competir todas las noches y a consolidar un proyecto. Si el equipo mantiene la circulación de la pelota, las defensas ajustadas en los cierres y el aporte plural de sus figuras, la racha podría prolongarse y transformar diciembre en punto de inflexión para la temporada.
Fuentes: La Voz
