Santilli ante industriales: confía en consenso para aprobar modernización laboral y reforma impositiva

Mensaje a la dirigencia empresarial desde la UIA
El ministro del Interior, Diego Santilli, cerró la Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA) con un mensaje dirigido tanto a los gobernadores como a los distintos espacios políticos: aseguró que el Gobierno contará con el consenso necesario para avanzar en reformas estructurales, entre ellas la modernización laboral y una reforma impositiva.
La intervención de Santilli se dio ante un auditorio de dirigentes empresariales, representantes de cámaras sectoriales y autoridades regionales. En su exposición enfatizó la voluntad de articular con las provincias y las fuerzas políticas para impulsar leyes que, según el Gobierno, buscan mejorar la competitividad y la creación de empleo.
Qué es la UIA y por qué importa
La Unión Industrial Argentina es la principal entidad que agrupa a industriales del país. Desde su rol, plantea demandas vinculadas a costos, infraestructura, política impositiva y contingencias internacionales que afectan la producción. Las palabras del ministro frente a la UIA tienen impacto político porque ese espacio canaliza reclamos de sectores productivos que emplean y exportan bienes.
Las reformas en discusión
Santilli mencionó dos ejes que el Gobierno pretende impulsar: la modernización laboral y una reforma impositiva. En términos generales, la modernización laboral suele contemplar cambios en la normativa que regula contratos, modalidades de trabajo y flexibilidad, con la intención declarada de favorecer la creación de empleo formal. La reforma impositiva, por su parte, apunta a simplificar y/o redistribuir la carga fiscal para mejorar la competitividad de las empresas.
El ministro destacó la necesidad de acordar con gobernadores y legisladores para asegurar la estabilidad normativa y fiscal, y evitar cambios que generen incertidumbre. No precisó plazos ni artículos puntuales de los proyectos que el Gobierno piensa presentar en el Congreso.
Factores que complican el avance
La aprobación de reformas estructurales depende de la composición del Congreso, la postura de los gobernadores y la reacción de sindicatos y movimientos sociales. En Argentina, cualquier cambio laboral suele atravesar negociaciones con gremios —especialmente en sectores clave— y evaluaciones sobre el impacto en salarios y condiciones de trabajo. Tampoco es menor el contexto macroeconómico: inflación, tipo de cambio y presión sobre las cuentas públicas influyen en la receptividad social y política a reformas.
Reacciones esperables y puntos de negociación
Desde el sector empresario, la expectativa habitual es que las reformas reduzcan costos y rigideces que afectan la inversión. En sentido contrario, movimientos sindicales y organizaciones sociales suelen reclamar garantías para no perder derechos adquiridos ni condiciones laborales. En ese marco, la negociación con gobernadores es clave: las provincias pueden exigir compensaciones o mayores recursos a cambio de respaldar proyectos nacionales.
Qué impacto podría tener en la industria y el empleo
Si se concretaran reformas que efectivamente mejoren la competitividad y atraigan inversión, el efecto podría materializarse en mayor producción y generación de puestos de trabajo formales. Sin embargo, el resultado depende de la letra final de las leyes, los mecanismos de implementación y la coordinación con políticas de capacitación laboral, infraestructura y financiamiento para pymes.
Lo que queda por saber
En su cierre, Santilli no detalló el calendario legislativo ni el alcance preciso de los proyectos. Quedó pendiente conocer el diseño técnico de las reformas, el cronograma de presentaciones y cómo el Ejecutivo pretende conciliar demandas de provincias, sindicatos y empresarios.
Fuente: Infobae
