Martes, 18 Noviembre 2025
Propuesta para aliviar costos laborales del sector textil

Textiles en crisis: proponen pagar cargas sociales a cuenta del IVA para recuperar competitividad

FITA propuso al Gobierno que las empresas tomen las cargas sociales patronales como crédito a cuenta del IVA; un estudio de Kiguel y Borenstein afirma que la medida no generaría costo fiscal neto y busca reducir la brecha de competitividad con Brasil ante una capacidad ociosa del 60% y más de 23.000 trabajadores afectados por despidos y suspensiones.
Fábrica textil con máquinas y operarios
Fábrica textil con máquinas y operarios

Propuesta busca reducir costos laborales y aumentar la formalización en la industria textil

La Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA) presentó al Gobierno un plan para que las cargas sociales patronales puedan pagarse a cuenta del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Según el estudio encargado a los economistas Miguel Kiguel y Andrés Borenstein, la medida no implicaría un costo fiscal neto y permitiría achicar la brecha de competitividad con Brasil, dijeron los representantes del sector.

FITA representa a unas 4.000 empresas y establecimientos del rubro —hilandería, tejeduría, tintorería, acabado y proveedores— y afirma que hoy la capacidad ociosa alcanza al 60% en muchas plantas. Ese nivel de inactividad convive con la suspensión de 12.000 trabajadores y 11.000 despidos formales, dentro de un sector que emplea formalmente a 108.000 personas.

Los dirigentes que llevaron la propuesta destacan que la industria ya cuenta con materia prima local y tecnología en sus talleres, y que la diferencia de costos laborales con Brasil es cercana al 30% según los cálculos que presentaron. El objetivo es bajar el costo empresario sin sacrificar la formalidad laboral: la alternativa técnica que proponen transforma un pago directo de cargas en un crédito fiscal aplicable contra el IVA.


Cómo funcionaría la medida según el plan

El esquema planteado por Kiguel y Borenstein consiste en permitir que los impuestos al trabajo que abonan las firmas (contribuciones patronales) se tomen como crédito a cuenta del IVA. El estudio sostiene que esa mutación en la caja impositiva no generaría un costo fiscal para la economía en su conjunto: al formalizarse empleo y actividad, aumentaría la base imponible del IVA y, por ende, la recaudación asociada.

Además, los autores del plan argumentan que la formalización tendría efectos indirectos: mayor consumo por parte de trabajadores en blanco, menor presión sobre servicios públicos y seguridad social más sólida a futuro. Desde FITA señalan que el esquema permitiría a las fábricas competir con costos laborales más parecidos a los de los países vecinos.


Datos del sector y señales de alarma

Los principales números que motivan la presentación: 60% de capacidad ociosa, 11.000 despidos, 12.000 suspensiones y un total de 108.000 trabajadores registrados en el sector textil y de la confección. Esa situación —dicen los representantes— combina la caída del consumo interno con problemas en la gestión de importaciones y en la aplicación de valores de referencia en la Aduana.

Fuente: Clarín, periodo: 2024


Iniciativas complementarias y apertura de mercados

En paralelo a la propuesta fiscal, FITA cerró un acuerdo con su par brasileña ABIT y apuesta a impulsar la negociación de un Acuerdo Bilateral Sectorial con Estados Unidos, con la idea de sustituir importaciones de origen chino en ese mercado. La federación también destacó productos locales que consideran con potencial de exportación: seda amarilla de Catamarca y hilos de fibras nobles como el de vicuña, que ya abastecen a marcas internacionales.

La organización señala que la industria textil argentina tiene ventajas comparativas en materia prima y know‑how. Sin embargo, reclama controles más férreos sobre el ingreso de productos importados y la correcta aplicación de valores de referencia en la Aduana, para evitar prácticas que erosionen la producción local.


Aspectos a considerar antes de implementar el plan

La propuesta presenta argumentos técnicos sobre la neutralidad fiscal que, si se aprobaran, deberían ser evaluados con precisión por la Administración Tributaria y el Ministerio de Economía. La transformación de una obligación laboral en un crédito fiscal requiere mecanismos que eviten el abuso, preserven la caja de la seguridad social y garanticen la trazabilidad de la formalización laboral.

Los economistas autores del trabajo sostienen que una mayor formalización ampliaría la recaudación por IVA y compensaría la menor entrada por impuestos laborales aplicados directamente. No obstante, la implementación demandaría definiciones operativas sobre plazos, límites, controles y la eventual transición para empresas con distintos niveles de facturación y nómina.


Qué implica para trabajadores y empresas

Para las empresas, el cambio podría traducirse en una baja efectiva del costo laboral mensual y en una mejora de la competitividad frente a países vecinos. Para los trabajadores, los impulsores del plan plantean que la meta es formalizar puestos y bajar la presión de suspensiones y despidos; sin embargo, cualquier reforma tributaria que afecte el financiamiento de la seguridad social debería ser acompañada por garantías para preservar prestaciones y jubilaciones.

FITA se mostró dispuesta al diálogo y pidió monitoreo del procedimiento y de los precios de los textiles importados. El plan fue presentado oficialmente, aunque en la nota pública no figura una respuesta formal del Gobierno al momento de la publicación.


Fuentes: Clarín